Pov T/n
Estaba conduciendo ya de regreso al hospital hasta que Melissa me empezó a llamar.
– Dime.
– T/n tienes que venir, tu mamá se puso muy mal de nuevo.
– Estoy apunto de llegar– colgué y maneje lo más rápido que pude.
-– Frena un poco que nos vamos a chocar.
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– ¿Qué paso?-– le pregunte a Mel y vi a Chyler abrazando a mi hermana que estaba llorando.
– Dice que la maquina empezó a sonar muy fuerte y la sacaron de la habitación, desde ahí no han dicho nada los doctores– asentí mientras veía a mi pequeña.
– Ya regreso– fui a buscar al doctor y vi como entraban corriendo enfermeros a la habitación de mi madre.
– ¿Qué esta pasando?– dije desesperada, vi al doctor y pregunte.
– Y mi mamá?
– Están tratando de reanimarla, al parecer le a dado otro ataque y no esta reaccionando a los choques.
– ¿No esta reaccionando?– el negó.
– Creemos que n...– le dijeron algo por la radio que no alcance a escuchar, se dio la vuelta y corrió entrando a la misma habitación, lo seguí y vi por el vidrio lo que le estaban haciendo.
Entre e hice a un lado a todos.
– ¿Qué hace ella aquí? sáquenla– dijo alguien, dos hombres llegaron y me sujetaron de los brazos para sacarme pero hice la suficiente fuerza para soltarme.
– Quítense!– les grite.
– Señorita usted no puede estar aquí– me gire enfadada.
– Si tuvieras a tu madre entre la vida y la muerte no harías lo mismo?– Se quedo en silencio– Responde!– asintió y bajo la cabeza para hacerse a un lado.
– Salgan– me miraron todos
– Pero...– lo interrumpí.
– Ahora!– salieron todos.
Cogí la mano de ella y la bese, poco a poco vi como la maquina dejaba de contar el pulso tan desesperadamente.
– Mamá hicimos una promesa– comencé a llorar– no te tenias que ir antes de tiempo, así que no rompas tu promesa. Se que me estas escuchando, por eso te digo que no lo hagas– apretó mi mano– Ves?, que si me estas escuchando– abrió los ojos lentamente.
– Ya no puedo...– susurro
– Si, Si puedes y tu vas a salir de aquí, lo prometiste.
– No puedo– susurro casi sin aliento.
– No, no y no, mamá no me hagas esto– mire la maquina y su pulso estaba disminuyendo.
– Te amo hija, los amo...– la maquina hizo un ultimo sonido y llore más fuerte.
– También te amo madre– bese su frente y salí de ahí.
Hice una seña a los doctores para que entraran y me quede frente al vidrio. Vi como apagaban las maquinas, como le quitaban los cables del pecho.
– Sentimos su perdida– baje la cabeza.
– Gracias, por todo– sonreí débilmente y fui caminando por los pasillos hasta llegar a la sala de espera.
– Que paso?, mamá esta bien?– pregunto vero y no respondí.
– Que? ella esta bien no?– negué, me miro con los ojos ya rojos.
– No, no...ella...– asentí, me abrazo y sentí como se aferraba a mi, bese su cabeza y la mire.
– Dijo que tenias que ser fuerte, así que no llores– asintió y me volvió a abrazar.
– Vamos a casa– camine junto a ella mientras los chicos iban detrás de nosotros.
– Como le diremos a Richard, tiene solo diez años– giro su cabeza.
– No te preocupes, yo se lo diré– le sonreí, saque las llaves del auto y le abrí la puerta, ya todos dentro comencé a conducir.
Minutos después llegamos, al entrar todos vimos a mi hermanito en el sofá.
– T/n!– me abrazo.
– Hola pequeño– bese sus mejillas.
– Y mamá? no viene con ustedes?– me miro a los ojos.
– Ven, te tengo que decir algo– me siguió.
– Que sucede tini?– reí al escuchar el apodo que me puso.
– Mira tienes que ser fuerte, yo se que va a doler, pero se fuerte– frunció el ceño.
– Doler? que me va a doler?– acaricie sus mejillas.
– Pequeño...mamá no va a poder volver– hizo una mueca.
– Se fue de viaje?– sonreí mientras negaba.
– No pequeño, tu sabes a donde se van las personas que ya no están entre nosotros?– le pregunte.
– Si se portaron bien, al cielo, pero si se portaron mal, se van al infierno– señalo hacia abajo.
– Así es, mira mamá esta allí arriba– señale.
– En el techo?– pregunto con la cabeza hacia un lado.
– No, más arriba– alce la cabeza frunció el ceño y agache la cabeza al darme cuenta que ya había entendido.
– Al...al cielo?– me miro con sus ojitos rojos y asentí.
– Si, pero no te preocupes ella estará bien allí– volví a señalar– y aquí– apunte su pecho.
– Significa que mami...¿murió?
– Si pequeño– lloro mucho más fuerte y me abrazo.
– Mami se fue tini...se fue– dice mientras lloraba en mi pecho, apreté los ojos y los abrí.
– No, no se fue, ella siempre va a estar en nuestros corazones– asintió y beso mi mejilla, se escondió en mi cuello mientras lloraba.
Mire a los chicos quienes miraban atentos la escena, le hice una seña a mi hermana para que se acercara y se unió al abrazo mientras llorábamos.
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Continuara...
