CAPITULO 3

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Ayer no pude dormir bien, me quede pensando toda la noche sobre lo que paso con el chofer, no se si pedirle una disculpa, pero porque me disculparía con el si yo no hice nada malo, bien no me disculpare ahhh esto me está matando.

Ya eran las 12:00 pm me pude dormir hasta en la madrugada por eso me desperté tarde, y como ayer hoy tampoco desayune, hoy tenia que empacar todo para llevarlo a mi nuevo departamento, pero no se si el chofer me va a acompañar necesito hablar con el sobre lo que paso.

Sali de la cama y me dirijo al baño, me miro en el espejo y me veo muy demacrada, esto es por el tonto del chofer ahhh, me quite la ropa y me metí a la regadera, me talle todo el cuerpo, saliendo me enrolle en una toalla, y me dirijo al closet para ver que ropa me voy a poner tiene que ser algo cómoda ya que voy a estar haciendo un montón de cosas, me voy a poner un vaquero y una blusa de tirantes de color azul y obviamente mis convers negros y como hacia un poco de frio me puse un cárdigan del mismo color que de la blusa y esta tiene líneas de color blanco, es muy linda, me puse unos collares, uno de perlas y el otro era una cadena con un dije de mariposa y de peinado solo me hice un moño dejando unos mechones desordenados, solo me maquille poquito ya lista agarre mi bolso y mis maletas, me dirijo hacia la recepción para pagar todos los días que estuve.

—Buenas tardes, señorita que se le ofrece—me dijo la empelada, era una señora de unos 35 años, su pelo es de color café claro y tenía unos ojos hermosos de color miel, su piel es aperlada, es muy linda.

—Buenas tardes, señora voy a pagar los días que me quedé aquí—le dije. Ella se fijo en la computadora que tenia enfrente y me pidió mi nombre.

—Su nombre señorita.

—Emma Lambert—dije y ella solo abrió los ojos como platos, no entiendo porque reacciono así.

—seee... señorita Emma, un gusto tenerla aquí, pero su hospedaje ya esta pagado, la señora Sofia ya pago.

—Ah ya, bueno gracias. —le dije, y Sali del hotel, vaya hasta que me mi madre hacia algo por mí, pensé que me iba a dejar pagar todo, aunque bueno pago todo con la tarjeta que me dieron.

Voy hacia el estacionamiento y lo veo ahí parado con las manos en los bolsillos y la irada en el piso, se veía muy distraído.

—Hola...—dije no sabia como hablar con él, me sentía incomoda. Cuando el me escucho se acomodó de un salto e iba acercándose a mí.

—Emma.... de verdad perdóname no sé qué me paso ayer estoy tan arrepentido—dijo rascandose la nuca y queriendo acercarse a mí.

—No te acerques, solo olvida lo que paso y ya, no fue para tanto solo sigue con tu trabajo—le dije, fríamente, la verdad es que con lo que paso yo deje de sentir las pocas cosas que sentía por él, el me desilusionó. y ya se que hace rato dije que queria hablar con el si, bueno ya no.

—Perdóneme—dijo, agachando la cabeza, en su mirada se reflejaba el arrepentimiento.

—Vamos tengo muchas cosas que hacer—le dije, sin darle importante a lo sucedido, solo me subí al auto.

Se subió al auto y arranco nos dirigíamos al departamento, como ya estaba amueblado ya no tenia que comprar muebles y los que estaban me gustaban mucho, así que solo compraría un colchón, el mandado bueno también unas cosas para la cocina.

Después de una hora y media sin hablar con el y solo leer mi libro; por fin llegamos al departamento, las cosas las tenía en el auto, nunca las bajé, por eso solo subí mi maleta y bolsa. Entramos al edificio y nos dirigimos a la recepción en donde está un chico encargado.

—Buenas tardes, me puede ayudar con unas cosas, es que me acabo de mudar aquí—le dije, y le sonreí, el me devolvió la sonrisa, el chico es muy guapo, su cabello esta desordenado, pero se ve muy bien así tiene los ojos rasgados unos labios delgados, su cara es amigable. Creo que el chico es coreano.

Enamorando a una lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora