CAPITULO 5

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Después de lo que sucedió con el chofer estuve todo el día en el departamento, no quería salir, estaba tan lastimada por lo que paso con él. No sé, que había pasado con él, si seguía afuera o si ya se había ido.

Ya son las 3:00 pm y en todo el día no Sali. Tengo miedo de topármelo, sé que lo lastime mucho, me dio un ataque de ira y se me nublo la vista al verlo y saber que me hizo recordar algo que yo no quería. Mis manos están muy lastimadas y también me duelen los pies por a verlo pateado. Se lo merecía, pero si me pase.

Deje de hacerme la víctima y me pare de la cama y me puse lo primero que encontré que son unos vaqueros y una blusa blanca de tirantes. No me maquille ni nada, me vi en el espejo y sí que estaba horrible, tenía los ojos rojos e hinchado, mi cuello estaba lleno de marcas por lo de ayer, mierda otra vez no por favor, no quiero sentirme débil ya me cansé de sentirme así, solo olvídalo, Emma haz como que no paso nada.

Pero sabía que eso iba a hacer imposible, como una persona puede olvidar algo así, dejé de pensar en aquello y Sali del departamento, abrí la puerta lentamente y por una abertura vi que no había nadie, retuve una respiración no me había dado cuenta de que lo estaba haciendo. Sali por completo del departamento y me fui directo a al estacionamiento, me monte al coche e iba a prenderlo, pero escuche algo en los asientos de atrás. Me tense, me paralice por completo, no quería ver para atrás, tenía miedo, pero tenía la sospecha de que era el chofer y no quería confirmarlo.

Cuando giro la cabeza para poder verlo, el se acerca a mi e intenta agarrarme un brazo, pero yo rápidamente me salgo del coche, el sigue el mismo movimiento que yo. Corro por todo el estacionamiento, pero él logra atraparme.

—Que mierda te ocurre porque me golpeaste de esta manera? —me grita, aun me sostiene el brazo con fuerza.

—Tu querías... tu hiciste.. tu.... —no lograba terminar ninguna palabra, no podía estaba temblando de miedo.

—¿Yo que?, carajo.

—Tu ibas a... abusar de mí, por eso te golpeé—apenas y pude decir las palabras.

—No es cierto no seas una mentirosa.

—Claro que es cierto, carajo casi lo hacías si no llegaba el....

—Entonces no es mentira?

—Claro que no.

—Mierda, Emma perdóname no sabía yo estaba tan borracho y no recuerdo nada solo recuerdo que me estabas golpeando y yo....

El estaba tan arrepentido tanto que empezó a llorar y se tiro al piso tal y como lo hace un niño pequeño, no sabia que pensar, no sabia si era real ese arrepentimiento y no sabía si era real que no recordara nada.

—Solo déjame en paz y ya vete, no quiero saber nada de ti no me importa si realmente lo hiciste o si no recuerdas me da igual solo aléjate de mí, si quieres no le hablo sobre esto a nadie solo déjalo estar.

—Por favor—le dije con una mirada suplicante y con las lágrimas a punto de caer, solo lo quería lejos y seguir adelante.

—Esta bien, me alejare, ya no me volverás a ver—dijo con la cabeza agachada y note en su voz tristeza al decir esas palabras.

Se marcho así sin más, dejándome sola, y eso fue algo muy bueno, no dijo nada solo se marchó. Yo solo quería llorar de felicidad porque ya me sentía a salvo, me sentía tranquila, en paz.

                                                                                 . . . . . . . . . . . . . . .

Después de todo eso yo hice las ultimas compras y me regresé al departamento. Estaba terminando de acomodar todas las cosas y de decorar todo, ya mañana iría al campus, no lo puedo creer se pasaron los días tan rápido, mañana ya comienzan las clases y ya compré los cuadernos y todas las cosas que ocupaba.

Estaba acostada en mi sofá cuando el timbre sonó, se me hizo raro ya que eran las 11:40 pm ya era muy tarde. Me levanté del sofá y por el visor que esta en la puerta vi que era mi vecino. Que querrá a estas horas, mierda si que la gente es fastidiosa, por mi cabeza paso no abrirle la puerta y volver a acostarme, pero era curiosa, si curiosa no chismosa así que le abrí la puerta quería saber por qué vino.

—Hola—le salude.

—Hola, yo quería saber como estas y pedirte perdón por comportarme de esa manera—dijo rascándose la nuca se le veía nervioso. Que lindo se vino a disculpar por algo insignificante, no tenia que hacerlo yo fui la grosera.

—no te preocupes todo esta bien y de verdad muchas gracias por ayudarme—le dije con una voz dulce que no sabía que tenía, pero no podía evitarlo realmente se merecía que le hablara bien.

—sí, de nada, ammm mañana empiezan las clases y quiero preguntarte si quieres que vayamos juntos mañana al campus.

—Si, claro y ¿cómo a qué hora?

—Te parece a las 6:40 am?

—Si claro, espero levantarme no sabes cuanto odio tener que levantarme tan temprano.

—me imagino, a mi me gusta levantarme temprano es algo bonito y más aquí el amanecer es muy lindo—dijo con una sonrisa de lado que hacia que un hoyuelo se asomara, se ve tan tierno quise estrujarle las mejillas, pero me contuve.

—por cierto, linda pijama—dijo guiñándome un ojo, mientras se marchaba, yo no entendí su comentario hasta que me fijé en la ropa que traía.

¡¡Con un demonio!! Mi pijama era de una caricatura que se llama osos escandalosos cuando eran bebes, y arriba llevaba un buso calientito con orejeras de oso.

Carajo me quede como una tonta ahí parada y de la nada escuche su risa fuerte, no lo puedo creer se esta burlando de mi ese maldito, me las va a pagar, se estaba cagando de la risa y la causa de esa risa era yo genial me veo ridícula, pero adorable. Sin duda me veo adorable.

No iba a dejar las cosas así, así que fui y toqué a su puerta para encararlo, la abrió de un sopetón. Su cara estaba a centímetros de mi cara, nuestras narices se rosaban.

—Hola—le dijo nerviosa y sentí mis mejillas calientes, estaba sonrojada, genial. El aun no se apartaba de mi cuando me dio una amplia sonrisa en donde se le marcaron sus hoyuelos, no pude contenerme así que le estrujé las mejillas, pero no como esas abuelas que casi te arrancan las mejillas, si no con ternura.

—me gusta esto—dijo mientras sonreía más y vi como bajo su mirada a mis labios y eso me puso aún más nerviosa tanto que me fui de bruces, caí de nalgas, ay, mis nalguitas me duelen y mi cara se puso más roja.

—Estas bien? —se acercó a mí y me tendió su mano para levantarme el estaba conteniendo una risa.

—Ya, no te burles—dije de modo tímido.

—Eres muy tierna, ¿lo sabes? — dijo, los dos estábamos en la misma posición que antes y ahora fue el, el que me estrujo las mejillas.

—Basta—dije en un susurro, mierda sí que me había puesto muy nerviosa.

—Debo ser muy atractivo para que te sonrojes tanto—dijo con una sonrisilla. Le saqué la lengua y me fui corriendo, me tropecé y caí de rodilla, pero me levanté enseguida como si no hubiera pasado, en estos momentos me parecía a stewie Griffin de padre de familia, cuando el monito va corriendo, así me veía yo carajo eso si me dio risa. Me estaba cagando de risa, amaba mis tonterías.

Apague la tv y cogí mis cobijas, me fui directo al dormitorio, estaba muy cansada, me hice bolita porque hacia frio, pero no puedo dormir, así que saque mi celular y puse una serie para quedarme dormida. 

Mientras la veía me llego un mensaje en Instagram, me metí para ver que decía. "si te vi tropezar ajajja", me sonroje de la vergüenza, espero que mañana no diga nada. Al final si me pude quedar dormida fue después del mensaje del vecino.


Holaaaaa, amorcitos, espero y les haya gustado este capitulo y si no les gusto pues les jalare las patas en la noche hahahha no se crean es broma o no.

me costo escribir este capitulo porque un bichito me estaba molestando, estaba volando por todo el cuarto y yo odio los bichos, tenia que estar viendo a cada rato donde estaba para saber si estaba segura jsjsjs es que me da una ansiedad no saber dónde está el bicho. Bueno ya parloteé mucho así que. ¡¡Hasta el próximo capitulo!!

Enamorando a una lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora