El rubio terminaba de vestirse, apresurado, iba a llegar 5 malditos minutos tarde, albedo solia ser demasiado puntual, pero se había atrasado, puesto tuvo que ayudar a Sucrose a llevar algunas cosas a su apartamento. Está vez algo más formal, una camisa de botones manga larga con un color vinotinto cubría su pecho, mientras que unos pantalones negros oscuros iban por debajo, acompañados de unas zapatillas, colocandose sus anillos acompañado de colocarse su chaqueta. Pues está vez, había Sido Kaeya quien lo había invitado a una salida, ellos habían tenido la oportunidad de haber salido muchas veces, por el horario de ambos, normalmente tenían los fines de semana libres, o algún que otro día de la semana. Ambos se habían conocido más, sin embargo, albedo no consideraba su relación como una amistad, si no más bien como un conocido, ni Albedo ni Kaeya sabían del pasado del otro, más que por unos detalles de la superficie, que ninguno quiso escarbar por incomodidad.
En la última salida Albedo había podido entregarle el grandioso cuadro a Kaeya, quien agradeció rotundamente al contrario, colocando la obra de arte en su habitación, en realidad, le había encantando como nunca antes, por otro lado Diluc ya no podía recurrir a las charlas o jugadas de poker con su hermano, ya que ambos estaban ocupados, Kaeya se mantenía normalmente afuera. Lo cual al pelirrojo le extrañaba, pero no lo suficiente como para preguntarle, no era su problema, además el también estaba muy ocupado.
El rubio tocó el botón del elevador, pulsando la planta baja, soltando un suspiro y apretando sus puños, estaba nervioso, se supone que ya debía haberse acostumbrado a la presencia de Kaeya, ¿No?. El sonido de las puertas del elevador abriéndose lo hicieron caer en picada hacia la realidad, tragando en duro y cruzando la puerta, despidiéndose del recepcionista y saliendo del edificio, también pidiendo un taxi.
—
El rubio finalmente llegó a la cafetería, adentrándose en esta, cerrando los ojos y frotando sus brazos al sentir la calefacción inundar su cuerpo, los abrió nuevament, buscando con la vista al peliazul, quien rápidamente le hizo una seña al notar su presencia, Albedo se dirigió a este, saludandolo con la mano y sentándose en la mesa, soltando un suspiro.
—¿Te has cansado eh?
—Lamento haber llegado tarde Kaeya.
—No te preocupes por eso, está bien amigo.
¿"Amigo"? A Albedo le costaba mucho confiar en los demás, sobretodo porque el creía que les hacía perder el tiempo, por eso no tenía amigos o pareja, o parientes cercanos, él nada más tenía a Sucrose. Terminó por hundirse en sus pensamientos una vez más. ¿Por qué lo concideraba su amigo? Apenas se habían conocido, no sabía mucho de él, ¿Quería manipularlo? Albedo tenía una gran inseguridad, su personalidad, creía que por eso todos se habían alejado de él, ya que en su pasado el era como una presa, se dejaba manipular por cualquiera, trago saliva en duro. Nuevamente volviendo a la realidad cuando escuchó el característico "Albedo" del pelliazul, Kaeya de vez en cuando lo llamaba con ese asentó característico de Mondstadt, que hacía recorrer un escalofrío en albedo.
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𝙋𝙖𝙥𝙚𝙧 𝙃𝙚𝙖𝙧𝙩𝙨 [ 𝘼𝙐 𝙆𝙖𝙚𝙗𝙚𝙙𝙤 ]
FanfictionFecha de inicio: ²⁷/⁰⁴/²² Fecha del final: ¹⁴/⁰⁹/²² ➤; ᴡᴇʟᴄᴏᴍᴇ ᴛᴏ ᴛʜɪs ʜɪsᴛᴏʀʏ.↶ Albedo, un estudiante de 23 años de la universidad en la carrera de artista, decide ir a una galería de arte. Dónde planeaba buscar cierta inspiración para poder hacer...