𝐂𝐥𝐚𝐯𝐢𝐜𝐥𝐞 | 𝐋.𝐒

XII

—Creí que no vendrías hoy. — Louis le hizo un espacio para que entrara al departamento.  —¿Vienes a mudarte? — Bromeó. Harry dejó la maleta junto a la puerta, el mayor la cerró mientras el can se trepaba en el torzo de Harry apoyado en sus dos patas traseras, el más alto lo acarició.

—Hola, Cliff. ¿Cómo estás amigo?

—¿No vas a hablarme?

—¿Dónde puedo lavarme las manos?

—En el lava manos. — Dijo obvio el más bajo. Styles asintió levemente, el castaño fue detras de él cuando decidió avanzar.

—¿Hice algo que no te gustó? Te juro que el extranjero no vino, tampoco salí a ningún lado, pedí el super a domicilio para no… — Harry besó los labios contrarios de manera rápida y profunda sorprendiendo al contrario. —¿Quieres decirme que pasa? — Susurró, el ojiverde nego volviendo a unir sus labios.

—Quiero que me lo hagas, quiero ser el puto hombre más muerde almohadas está tarde para ti, también en la noche, y quiero poner en práctica lo que me enseñaste, estoy seguro que puedo complacerte.

—Cariño, ¿pasó algo? — Louis se preocupó un poco, acarició levemente las mejillas del mas alto.

—No, no pasa nada.

—Hazzie… — Le advirtió.

—Estoy cansado de ser sólo la puta solución financiera de mi madre. Yo quiero cariño de su parte, Louis.

—Oh H… — Susurró con un poco de pena, lo pegó a su cuerpo con ayuda de sus brazos fomando un abrazo. —Aquí estoy, cielo.

—Sólo quiere el maldito dinero, ella no quiere a nadie.

—¿Has intentado hablar con ella? Llevarla a una terapia o a un lugar de esos donde tratan las adicciones.

—Mi padre lo intentó, fue cuando se separaron.

—¿Que quieres hacer Harry?

—Quiero estar bien, quiero perdonarla pero no puedo.

—Es razonable que tengas rencor hacia ella, te hizo daño y eras sólo un niño pequeño, igual es natural que tu hermana lo tenga. Pero si quieres perdonarla podemos buscar ayuda, podrias asistir a una terapia, Harry.

—Supongo que si.

—Vamos a buscar esa ayuda juntos, voy a estar en todo tu proceso. — Styles sonrió levemente, subió la mano de Louis a la altura de sus labios para besarla delicadamente.

—Gracias, Lou.

—¿Quieres contarme por qué querías ser el hombre más muerde almohadas? ¿Tu madre dijo algo sobre eso?

—Ella estaba ahí cuando llegué a casa, creí que se había ido pero no fue así. Fue para pedirme que compre las acciones de su esposo en una empresa de la que es dueño minorista.

—¿Dijiste que no?

—Dije que quería que él viniera a mi a pedírmelo, ese bastardo no quiere recibir ni un sólo peso de mí.

—¿Fue a escondidas de él? — Styles asintió.

—Me dijo que tuviera piedad… —

—Ellos no la tuvieron contigo, debiste haber estado tan asustado. —Pegó un poco más a su pecho al menor. —Ya no van a hacerte daño, bonito.

—Ella dijo que mi padre estaría decepcionado de mi.

—¿Y veniste a que te dé para que tu padre esté más decepcionado?