XIII

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-¡Harry! - Lo llamó su esposa en cuanto la puerta del ascensor se abrió en el último piso.

-Mía, buenos días. - La saludó sin detener su camino, ella fue detrás.

-Una de las gatas dijo que fuiste fuera pero estás aquí ¿dónde dormiste?

-No puedes estar aquí, deberías ir a casa y descansar o hacer cualquier cosa. No quiero que estés aquí.

-No me hables así, por favor. Contestame, ¿Dónde estabas? - Harry se detuvo para volver unos pasos hacia ella. Algunos trabajadores del piso miraban la escena con morbo o curiosidad, algunos con ambas.

-No me hables así, preciosa. - Su voz era fuerte y un poco ronca intimidando a la mujer.

-Harry... - Susurró levemente la chica con temor.

-Ve a casa y no me esperes, no voy a llegar.

-Carolyn se fue hoy, se lo pedí para que estemos tranquilos.

-¿Habló contigo? - Apuntó la puerta para que entraran a la oficina. -¿La gente de ésta constructora no trabaja? - Elevó la voz Styles haciendo que la gente del piso caminara por diferentes lados apresurando sus pasos, con temor a ser reprendidos por el Arquitecto principal de la constructora. Entró por completo a su oficina cerrando la puerta. La señora Styles suspiró colocando su bolsa sobre sus piernas levemente cruzadas.

-Me dijo que su esposo está a punto de la quiebra.

-¿Luego? - Harry quitó su saco colocandolo en el perchero, arremangó su camisa y fue a su mesa de trabajo.

-También me dijo que quería vivir con nosotros.

-Si ella llega a volver a poner un pie en esa casa yo no vuelvo nunca. - Advirtió.

-Hablamos sobre el bebé, quiere que tenga el nombre de tu padre.

-Ya habiamos hablado de eso, se llamará Harry igual que mi padre, su padre y yo.

-Quiere que viajemos a Suiza, me dijo que hay muy buenos doctores ahí.

-No va a tocarte mientras tengas a mi hijo en ti.

-¿Sólo te importa el bebé? ¿Y yo? - Harry suspiró frustrado, teniendo el lapiz en su mano derecha lo quebró por la mitad sin voltear a mirar a su esposa.

-Estoy muy ocupado Mía, no es prudente que hablemos ahora.

-Entonces, ¿cuando? No vas a casa a comer, hay días que ni siquiera llegas, estás extraño conmigo desde que regresamos de la luna de miel.

-Eh tenido demasiado trabajo, hoy debo atender a tres nuevos clientes, ayer pasé una noche complicada. - Harry escuchó un par de pasos detras de él, sabía que Mía estaba acercandose a él.

-¿Hice algo mal durante la luna de miel? - Preguntó la mujer de pie a lado suyo.

-No hiciste nada malo, soy yo...- Suspiró nuevamente -El trabajo necesita la mayor parte de mi atención, si no es que toda ella.

-¿Qué hay de nosotros? El bebé te necesitará a ti también, debe escuchar la voz de su padre.

-En este tiempo no es capaz de escuchar, aun no me necesita.

-El embarazo es riesgoso, en cualquier momento puedo tener otro accidente y te necesito junto a mi si eso pasa.

-Por eso hay dos mujeres cuidando especialmente de ti, ¿dónde estan ellas?

-Les di el día.

-No puedes hacer algo así sin mi autorización.

-Lo hice, ¿vas a golpearme?

𝐂𝐥𝐚𝐯𝐢𝐜𝐥𝐞 | 𝐋.𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora