𝐂𝐥𝐚𝐯𝐢𝐜𝐥𝐞 | 𝐋.𝐒

XIV

Has llegado a tu destino…

La voz robotica del GPS  sonó en el auto, Louis apagó el motor.

—Llegamos, señora Styles.

—¿Tan rápido? — Se asombró la joven rubia.

—Supongo que gracias a nuestra platica fue mas corto el viaje.

—Sentí que fueron dos minutos… — Rió levemente de manera asombrada, Louis rió de la misma forma. —Gracias por conversar conmigo.

—Siempre es agradable hablar con alguien. — La joven abrió la puerta de atrás para salir, pero antes de hacerlo se detuvo.

—¿Quieres tomar el almuerzo conmigo?

—Estoy bien, gracias.

—Quisiera un poco de compañía, y se nota que tú eres bueno para eso. — Louis no quería invadir el espacio personal de Harry, y menos el de su familia.

—Tengo un viaje especial a la 1, debo recoger a unos niños de la escuela, lo siento.

—¿Talves mañana? Quiero agradecer de alguna forma lo que hiciste por mi y mi bebé.

—Lo pensaré. — Sonrió.

—Ten mi tarjeta, también si necesitas algo puedes llamarme, no le digas a mi esposo que tengo tarjetas… — Rieron cómplices, Tomlinson tomó el pequeño papel.

—No lo haré. — Leyó la tarjeta de color rosa pastel, tenia letras moradas. “Mía Carden, pedagoga”

—Creí que su apellido era “Smith”

—Adam Smith no es mi padre biólogo. — Rió un poco, talves con vergüenza.

—¿Cómo? Perdón, yo no debo preguntar ese tipo de cosas. — Se disculpó.

—Está bien, no me da vergüenza. Mi padre murió cuando tenía cuatro años, mi madre se casó con Adam Smith; mi padre, poco tiempo después. Legalmente no cambié mi apellido, no creí que hiciera falta, tu apellido no define quien es tu familia, ni quien es tu padre.

—Pero para ustedes es demasiado importante, me refiero a la gente de clase alta.

—A veces me presentaba cómo Mía Smith, y en el colegio era Mía Corden, pero ahora ninguno de los dos…— Rió nuevamente. —Ahora soy sólo la señora Styles, lo que he querido toda mi vida.

—¿Llevan mucho tiempo enamorados?

—Yo sí, Harry no mucho. — Volvió a reir, Louis no era doctor, pero sabía que Mía probablemente sufría crisis nerviosas por las pequeñas risas que soltaba.

—Pero están casados… —

—Harry quería ser el arquitecto numero uno de la constructora, es de mi padre. Y yo soy su única heredera, dijo que quien fuera mi esposo sería el arquitecto ideal para tomar las riendas de la constructora.

—Supongo que se llevan bien.

—Oh no, mi padre odia a mi esposo. — Tuvo nuevamente esa risa nerviosa.

—¿Entonces?

—Amo a Harry, y mi padre respeta mis decisiones, sólo eso.

—Talves puedo dejar mi viaje especial para mañana. — Recordó la mentira dicha antes, la señora Styles sonrió levemente. Ambos bajaron del auto, Louis al tener las puertas cerradas colocó la seguridad de la puerta. Uno caminaba junto al otro.

—Puedes dejar el auto aquí, no lo robaran.

—¿Es un barrio seguro?

—De los más seguros en Londres, mi esposo escogió el lugar.