Había pasado una semana desde mi encuentro con aquel extraño chico en el parque.
No lo había vuelto a ver. Estaba confundida, ¿por qué el colgante brilló? Desde ese día no me lo volví a poner.
Era fin de semana y había quedado con mis amigos para ir al cine. Me vestí y me dirigí a casa de Abril para ir a buscarla.
En cuánto llegué a su hogar llamé al timbre. Una mujer alta con un vestido verde abrió la puerta, era su madre.
—Hola Valeria, cariño. Ahora baja Abril, se está cambiando —me informó.
Asentí.
—Está bien. —Me senté en el sofá.
—¿Hace mucho frío? ¿Quieres un chocolate caliente?
—La verdad que si está helando, pero no se moleste, estoy bien. —La dediqué una sonrisa.
—No, tranquila cielo. No me molestas. Ahora te lo traigo.
Ella siempre había sido muy amable conmigo. La conozco desde que tengo memoria, y la quiero como si fuese de la familia.
Estuve un rato esperando, con la cabeza gacha mientras observaba el suelo en silencio. Después de unos minutos, la mujer apareció.
—Aquí tienes —me dijo, mientras me ofrecía el chocolate.
—Muchas gracias.
Cuando estaba acabando de tomármelo, Abril apareció por la puerta.
—Hola Valeria.
—Hola. Dame un segundo, ahora me lo termino —informé, refiriéndome al chocolate.
Se cruzó de brazos.
—Nos están esperando.
—He dicho que ya voy. —Dejé el vaso, que ya se encontraba vacío, sobre la mesa—. Estaba delicioso, muchas gracias, señora —le dije a su madre.
—Adiós mamá —se despidió Abril. Después de cerrar la puerta detrás de ella, me miró—. ¿Has traído la bicicleta?
—Podemos ir andando.
Ella me señaló su garaje.
—Tengo la mía ahí dentro, podemos ir juntas.
Nos dirigimos hacia el lugar, que para ser sincera, estaba un poco sucio.
—Móntate.
Obedeciéndola, me senté en la parte trasera de la bicicleta.
Salimos del garaje, dirigiéndonos al cine. Cuando por fin llegamos, observé a nuestros amigos al fondo. Ahí se encontraba Lucas, mi mejor amigo, junto a Diana, aquella compañera de mi curso, que estaba acompañada por su novio, Isaac.
—Hola chicos —saludé, mientras me bajaba de la bici.
Todos me devolvieron el saludo, excepto Isaac, que se encontraba mirando al suelo.
"Debe ser tímido", pensé.
—¿Entramos ya? —preguntó Lucas, apuntando a la entrada del cine con la cabeza.
—Sí, claro —afirmé.
—¿Qué película queréis ver? —cuestionó Diana, una vez estábamos dentro.
—¡De terror! —exclamó Lucas, animado.
—Ni se te ocurra —negó Abril—. Sabes que las odio.
—Por favor —suplicó Lucas, haciendo un puchero.
—No.
—Aburrida. —Resopló

ESTÁS LEYENDO
PERSIGUIENDO HELIO
Misterio / Suspenso¿Qué es lo que pasa cuando un chico de ojos blancos entra a tu vida? Valeria es una chica que llevaba una vida común, hasta que una serie de acontecimientos comenzaron a acecharla diariamente. ¿Logrará salir de ello? ¿Tendrá aquel chico, algo que ve...