5. ¿solo una mala noche..?, ¿o un presagio?

91 7 2
                                    

Tras la despedida de tu maestro y el hermano de Senjuro, tú y él estuvieron en la finca de la llama pasando el rato, limpiando, entrenado y cocinando juntos, la verdad es que te lo pasabas muy bien junto a él, lo considerabas un mejor amigo e incluso como un hermano, te hacía reír y hacían tonterías juntos y se divertían en mutua compañía.

Los momentos que más te gustaban era cuando ambos entrenaban juntos, tú lo ayudabas a mejorar en lo que fallaba y él hacía lo mismo, era muy buen observador, pero no se daba cuenta de sus acciones, ya que estaba tan metido a ser igual que su hermano para no decepcionar a su familia que se machacaba a el mismo, era doloroso ver a alguien tan joven matándose a sí mismo del esfuerzo, te veías tan reflejada en el cuándo tú eras joven que incluso se te saldrían las lágrimas de los ojos.

- Oye Senjuro, estás sudando, creo que te vendrá bien que descanses un poco, has estado entrenando como un animal, asique creo que es lo que te mereces - dijiste sonriendo, aunque en tu interior pedías que este descansará un poco, no podías ver las heridas y vendas de sus manos.

- ¡No es necesario!, Además... ¡Quiero ser tan genial como mi hermano!, No puedo descansar demasiado, ¡Debo esforzarme cada vez más para poder llegar a ayudar tanto como él! - decía emocionado junto con el brillo de sus ojos y el sudor que recorría su frente.

- Senjuro... Sé que quieres ser como Rengoku - San, pero piensa que tú también eres humano y debes preocuparte por tu bienestar, asique... Descansemos un rato

dijiste soltando tu katana de madera y dejándola en el suelo, este asintió y pasaron adentro para tomar una bebida fría y descansar un poco mientras comían galletas de arroz

- Oye... ____- Chan, ¿Cómo puede ser posible que tú katana no tenga color si eres tan fuerte?, Es que... ¡Mírate!, ¡Eres increíble!, Eres y has sido capaz de matar demonios y salvar muchísimas vidas, ¿Cómo es posible que todavía tu nichirin ni haya cambiado de color?

- Eso es sencillo, Senjuro... No tengo las suficientes habilidades para que está haga lo que debería hacer.

- Pero no es justo, eres increíble y siempre que os observo a ti y a mi hermano vuestros entrenamientos están muy igualados, asique debes de tener la fuerza de un pilar, ¡Eso ya demuestra tus capacidades!

- Eso debe ser porque mi maestro, Rengoku-Sensei, debe de bajar su potencial para que yo sea capaz de entrenar

- te infravaloras demasiado, dudo que mi hermano bajase tanto su nivel para poder hacer eso - dijo sonriendome aunque su sonrisa se veía algo triste

Luego de aquella conversación volvimos a entrenar y cuando anocheció nos duchamos y fuimos a dormir, aunque a mí me costó bastante reconciliar el sueño, sentía un nudo en el pecho que no me dejaba descansar en paz o simplemente ignorarlo, pero por suerte conseguí dormirme al final

* * *

Había una muchacha con una herida bastante profunda en el costado derecho, con suerte ella había conseguido que dejase de sangrar, pero el verdadero problema no era solo ella, era la batalla que tenía justo en frente... Una luna superior junto a otro hombre que estaban luchando

- ¡Maestro, déjeme ayudarle!, ¡Puedo seguir peleando! - rogaba aquella joven chica con los ojos cristalinos, quería ayudar con todas sus fuerzas a su maestro, pero ese le había dicho que se quedase allí.

- ¡Te he dicho que te quedes ahí y ni se te ocurra moverte ni un escaso milímetro de dónde estás! - Dijo amenazante aquel hombre que debía de tener unos 29 años, aunque tuviera una que otra herida, era su obligación proteger a su Tsuguko y aprendiz, asique no permitiría que a esta me pasase cualquier cosa.

Maestro ( Kyojuro × T/N )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora