- No, no no, no, déjame aquí, no puedo ni con mi propia alma, siento las piernas como si se me fueran a salir en cualquier momento -Dijiste sentada en el suelo sobre tus rodillas con la voz entrecortada por el sobreesfuerzo hecho durante la batalla, te quedaste varios minutos ahí mientras que tanjiro te hablaba para asegurarse de que estuvieras bien.
Luego de la pelea contra la tercera luna superior y la rápida huida de esta por la luz del sol que comenzaba a salir por el amanecer de un nuevo día, tus piernas te dejaron en ese momento por la fatiga y el cansancio y caíste de golpe al suelo, Tanjiro al verte caer de aquella forma se puso delante de ti pero mirando en dirección contraria con los puños cerrados.
- ¡Eres un cobarde! -gritó en dirección a donde había huido el demonio - ¡nosotros los cazadores de demonios siempre luchamos contra vosotros protegiendo nuestras vidas y las del resto cuando la oscuridad de la noche os otorga la ventaja a vosotros!, ¡Nosotros somos humanos!, ¡nuestras heridas no sanan en cuestión de segundos y las extremidades perdidas no vuelven a crecer! - gritó consumido por la ira - ¡Rengoku - San y _____ - San han sido asombrosos!, ¡ninguno ha permitido que nadie muriera!, ¡Rengoku - San salvó a más de doscientas personas que se encontraban en el tren y ____ - San nos salvó a nosotros!, ellos dos son unos verdaderos héroes!
todas aquellas palabras fueron dichas entre lágrimas por el joven, mientras que, tu , lo mirabas atónita y a los pocos se formó en tu rostro una sonrisa de agradecimiento por aquellas palabras, pero de un momento a otro tu vista se nubló y a la vez comenzaste a toser, el esfuerzo sobrehumano hecho durante la pelea comenzaba a pasarte factura haciendo que no vieras casi nada mientras tosías algo de sangre.
úSe acercó a ti con una gran preocupación, tú le hiciste una señal con la mano para que supiera que estabas bien mientras no parabas de toser de manera muy seca.
- ¿_____ - san estás bien? - preguntó el joven cazador de pelo color burdeos acercándote una mano para ayudarte a levantar.
- Tanjiro... no me puedo levantar, la fuerza en las piernas me ha abandonado -Dijiste mientras seguías con tu cabeza hacia abajo e intentando respirar con calma.
- De acuerdo. - Este te miró aún con preocupación.
- ¿Cómo está él?, ¿Rengoku - san está bien? - preguntaste con la poca voz que tenías, este al oírte preguntar eso se quedó varios segundos en silencio mientras miraba para otro lado, tú buscaste donde miraba con la esperanza de que se le vería desde allí, pero no, volviste a mirarlo y preguntaste de nuevo mirándolo a los ojos, este solo suspiró y te miro con una sonrisa tratando de calmarte.
- No te voy a mentir, ____ - San, no sé cómo está ahora mismo Rengoku - San, ya que vine a buscarte por su insistencia; él no paraba de moverse diciendo que debía luchar él.
El ambiente se quedó en un silencio sepulcral durante casi un minuto hasta que se escucharon voces a lo lejos y varias sombras de gente corriendo, al tener el sol por detrás solo que veían sombras negruzcas hasta que llegaron a un punto en el que se podían ver mejor, eran los Kakushis junto a alguien más, un chico con un haori amarillo con triángulos, no sabías quién era, pero tanjiro sonrío al verlo.
- ¡Zenitsu, _____- san y yo estamos aquí! - Dijo algo alto, lo suficiente como para hacerme retumbar los oídos, haciendo que me los tapara con las palmas de las manos y haciendo una mueca por un pitido que comenzó a sonar nublando casi por completo el resto de sonidos. En nada el grupo de Kakushis estaban junto a nosotros, pero otros se alejaron en otra dirección junto al chico amarillo.
- Esperad!, ¿En esa dirección está mi maestro? - preguntaste nerviosa yendo a levantarte, pero algo te detuvo poniendo sus manos sobre tus hombros, giraste la cabeza y viste la cara de tanjiro preocupado junto a los Kakushis, estos estaban diciendo algo, pero no los escuchabas casi, asique al ver tu cara de no entender nada supusieron que no escuchabas.
Al rato llegó un Kakushi más, llevaba una camilla y te dijeron con gestos que te tumbaras sobre ella, hiciste eso a regañadientes ya que no podías escuchar absolutamente nada a excepción de un pitido, mientras se movían cogiendo la camilla contigo encima ibas mirando el cielo que cada vez más se iba viendo su azul natural, pero aún habían colores amarillos y rojizos por el salir del sol, esos colores te recordaban a los ojos de tu maestro e inclinando la cabeza a un lado viste a tu maestro en otra camilla y al verlo estiraste el brazo.
- ¡Maes- - no pudiste terminar tu frase ya que te caíste al moverte tan rápido y este giro la cabeza viéndote caer, los Kakushis al darse cuenta te subieron a la camilla rápidamente y tanjiro te pegó la bronca, pero tú no oías nada de lo que decía, seguías escuchando solamente ese pitido, asique volviste a girar tu mirada para donde él estaba y este te estaba mirando y con un gesto te dijo que estaba bien, aunque obviamente el ambiente que había a su alrededor era diferente, ellos iban mucho más rápido y goteaba sangre por debajo de la camilla, pero rápidamente os metieron dentro de unos vehículos, cada uno en uno distinto, por lo que no podías ni preguntar por su estado ni verlo por ti misma, asique durante el camino estabas muy nerviosa mientras que algunos Kakushis pertenecientes de la casa mariposa curaban tus heridas.
Al llegar pediste de ir por tu propio pie, no escuchaste su respuesta, pero con gestos te dijeron que te dejarían, probaste poniendo un pie y tu cuerpo se tambaleó un poco, pero al ver que te iban a coger hiciste un gesto marcando que querías ir tú sola, asique se apartaron un poco, pero Tanjiro y otro Kakushi estaban a tu lado todo el rato y tú te sujetabas de ellos por los hombros como si fueran dos muletas, con los pasos comenzaste a coger confianza y te soltaste, estos hicieron lo mismo y comenzaste a caminar tú sola, el suelo de la finca tenía algunas gotas de sangre, supusiste que serían de Kyojuro y tomaste aire tratando de tranquilizarte.
Las niñas te atendieron junto a un par de Kakushis ya que el resto estaban con Kyojuro, ellos te estuvieron examinando y al día siguiente empezaste a recobrar el oído levemente, cuando te despertaste era por la tarde, quizás las 5, era horario de invierno asique dentro de no mucho anochecería.
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Maestro ( Kyojuro × T/N )
FanfictionUn mundo invadido por criaturas extrañas llamadas como "demonios come hombres", aunque todo se vea mal y muchos no le veas sentido a continuar cuando ya no se ve más camino delante de tus ojos aún hay "pequeños" rayos de luz que nos iluminan, no es...