Infinite Love - EunHae [+18]

DECEPCIÓN

No supo que hora era exactamente cuando por fin abrió los ojos, los rayos solares atravesaban la ventada, sentía su piel sudada y pegajosa debido al calor que empezaba a azotar Seúl, definitivamente por cosas como esas era que siempre había amado vivir en el campo y aunque había sido bonito estar en la ciudad mientras duró el invierno, ahora simplemente le parecía demasiado sofocante. Una vuelta por su casa de pronto le parecía una idea más que excelente y en compañía de HyukJae sonaba aun mejor. Soltó un sonoro bostezo y estiro la mano para alcanzar a HyukJae, pero al hacerlo no encontró más que vacío, confuso se sentó y miro alrededor de toda la habitación, pero no lo hallo por ninguna parte. Aun mareado por su repentino despertar se destapo y levanto tan rápido que sintió un leve mareo, después de algunos segundos se desperezo y empezó a caminar hacia el baño donde tampoco pudo hallarlo, hizo sus necesidades básicas y se aseo un poco antes de decidir bajar al primer piso, la interrogante del porque HyukJae no estaba a su lado no dejaba de dar vueltas en su mente. Se sentía tan extraño despertar solo en esa cama tan grande, hizo un mohín con lo labios y dando un último vistazo a la habitación decidió salir por fin. Iba aun en pijama, pero se encogió de hombros y no le presto más atención, encontrar al pelinegro le resultaba más importante, pero también buscar la manera de recuperar a su madre y amigos. Frenó en seco y ya despierto totalmente, fue consciente de todo lo que había pasado anoche, recordar la desesperación en la mirada de Yesung y la llamada de su madre hicieron latir muy rápido su corazón, las cosas no estaban nada bien en aquel momento y podían ponerse aún peor si no encontraban la forma de parar ya a esa mala mujer. ¿Qué persona en este mundo disfrutaba haciendo tanto daño? Jamás había conocido a alguien parecido, pero claro en Mokpo la vida era totalmente distinta a lo que era en Seúl. Pero de lo malo había que sacar también lo bueno ¿cierto? Eso le habían enseñado desde siempre sus padres, además él era bastante fuerte y valiente.

Bajo las escaleras sin ninguna prisa y atravesó el gran salón para dar por fin con la cocina, ahí encontró a Siwon y Heechul conversando en una esquina apartados de todos, como si estuviera guardando algún secreto, dudo antes de acercarse a ellos, pero al final cedió ante su impaciencia. Carraspeo nervioso y casi al instante tuvo dos pares de ojos sobre él mirándolo fijamente, hizo amago de sonreír, pero la seriedad de las dos personas frente a el le pusieron los pelos de punta. ¿Había pasado algo mientras dormía? No podía encontrar sino una explicación para la reacción e sus dos amigos.

Tomo aire y soltó aquella pregunta que tanto quería hacer

–H-hola –saludo nervioso– ¿Han visto a Hyuk? No lo encuentro por ninguna parte y he bajado para ver si estaba aquí pero tampoco esta

Miro a sus amigos en espera de una respuesta, pero ninguno de ellos supo que decirle, fue consciente de cómo no hallaban las palabras para hablar, frunció el ceño confuso y apretó los puños. De acuerdo algo estaba pesando, no había que ser inteligente para darse cuenta de ello y algo le decía que todo aquello tenía que ver con su novio. Su corazón se saltó un par de latidos y su corazón empezó a latir de tal manera que dolía, las manos le sudaban y sus piernas amenazaban con dejarle caer.

– Tenemos que hablar contigo –soltó por fin Siwon– Vamos a la biblioteca

Siwon coloco delicadamente una mano en su espalda y le hizo una seña para que empezara caminar, pero sus pies no reaccionaban, su mente quedo en blanco por un instante. Su respiración se aceleró y por inercia retrocedió y miro con los ojos muy abiertos a su amigo

– ¿Le ha pasado algo a Hyuk? –pregunto asustado– Si es así dime por favor

Su voz salió como una suplica

– Sera mejor que te calmes y escuches lo que queremos decirte –intervino Heechul

– Mira Hae –empezó Siwon, pero el sonido del timbre interrumpió cualquier palabra que iba a salir de su boca y el no hizo mas que maldecir a quien quiera que tocara justo en aquel momento