DOLOR

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El lunes por la mañana había llegado nuevamente, las calles de Seúl estaban prácticamente congeladas, no había parado de llover durante toda la noche, el cielo parecía estar anunciando el inicio del mismísimo apocalipsis, definitivamente los tres primeros meses del año eran horribles. O al menos eso pensaría la mayoría de las personas mientras caminaba en aquel momento a toda prisa, ya sea para ir a estudiar o al trabajo, excepto un castaño que iba perdido en sus propios pensamientos, sumergido en su propio mundo, recordando todo lo bueno que le estaba pasando.

DongHae llegó al instituto con una enorme sonrisa pintada en el rostro, realmente su cara lo decía todo. Sentía que la felicidad no le cabia en el pecho, antes había tenido miedo de lo que podía pasar si entregaba su corazón, pero ahora no existía ninguna duda en su interior. Sabía lo que sentía, no tenía porqué dudar y pensaba luchar por lo que le hacía feliz.

Quería luchar siempre de la mano de HyukJae

Llevaba un abrigo negro que cubría casi todo su cuerpo y una bufanda a juego que apenas dejaba ver su ojos, pero aún así se podía notar a kilómetros de distancia lo feliz que estaba, su cabello más largo de lo normal caía rebelde por su rostro, como la brisa del viento cuando te acaricia dulcemente. Mientras muchos de sus compañeros corrían para poder refugiarse del frío, el iba prácticamente saltando sobre sus pies mientras tarareaba una preciosa balada que se había aprendido. Y es que el amor lo tenía así, feliz... su pecho saltaba emocionado debido a los latidos de su corazón.

La noche anterior no pudo dormir con HyukJae ya que el pelinegro debía volver a su casa, su padres llegarían de viaje muy temprano y el debía estar ahí esperando. Ese era el motivo por el que había llegado solo al instituto y decir que no extrañaba a su novio era mentira, lo hacía y mucho. Estaba acostumbrado a dormir rodeado de aquellos brazos que le daban tanto calor, aspirando aquel delicioso aroma que tanto amaba y a sentir esta tranquila respiración. Definitivamente le gustaba todo de HyukJae, cada cosa en el era hermosa.

HyukJae era ahora prioridad en su mente y corazón

Llegó a su salón y se sorprendió al ver que su novio aún no llegaba, reviso su celular en busca de algún mensaje o llamada, pero no había nada. Trató de llamar pero lo mandaba directamente al buzón, volteo en busca de sus amigos, pero tampoco había nadie ahí. Suspirando se sentó en su carpeta y sacó los libros que usarían aquel día, la sensación de mirar a su lado y hallar aquel lugar vacío, de pronto no le dió buena espina. Sin embargo trato de alejar aquellos pensamientos de su mente, no había porqué preocuparse... era lo que repetía en su interior como una especie de mantra.

Pasaron diez minutos aproximadamente cuando RyeoWook se dejó caer a su lado, con unas ojeras bastante pronunciadas y un cansancio evidente, sonrió ante la imagen y soltó todo el aire contenido para centrarse en su pequeño amigo, hacia varios días que no habían estado tan juntos.

—Hola Wookie—saludó DongHae alegremente—Como se nota que has dormido bien-dijo soltando una risita traviesa

—Ni lo digas, estoy cansado—suspiró RyeoWook—Anoche no pude dormir bien, es como si de pronto algo estuviera por pasar y no sé que es. Pero lo siento aquí dentro y no puedo estar tranquilo-dijo frustrado.

—Pero ¿Porqué piensas eso?—cuestionó—Uno no puede saber lo que va pasar hoy o mañana, quizá sea solo algo mental y ya. Todo va estar bien-aseguró.

—No lo sé Hae, anoche estaba con Yesung en el departamento y de pronto recibió una llamada, y la cara que puso al escuchar lo que la otra persona decía, no me gustó para nada —hizo una pausa antes de continuar— Luego de eso simplemente tomó sus cosas y salió rápido, traté de preguntarle que pasaba y solo me dijo tres palabras que me dejaron sorprendido.

Infinite Love - EunHae [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora