King Of My Heart. [Kazufuyu]

También me gustas.

"No more keepin' score now
I just keep you warm (keep you warm)
No more tug of war now
I just know there's more (know there's more)
No more keepin' score now
I just keep you warm (keep you warm)
And my waves meet your shore
Ever and evermore
Past me
I wanna tell you not to get lost in these petty things
Your nemeses
Will defeat themselves before you get the chance to swing
And he's passing by
Rare as the glimmer of a comet in the sky
And he feels like home"

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Sabía muy bien que estaba siendo cobarde al escapar de Chifuyu, no era la forma correcta de lidiar con sus sentimientos y mucho menos de afrontar la situación, se estaba portando como un mocoso inseguro y odiaba aquello.
Pero era sólo que, su corazón se rompía en pedazos y su alma se estrujaba al notar lo roto que Matsuno realmente estaba, había sido un idiota, aquella noche que Chifuyu le reveló sus secretos debió darse cuenta de que había mucho más. Ambos prometieron no romperse el corazón, pero la realidad era que el corazón de los dos ya estaba destrozado, simplemente se habían dedicado a ir juntando las piezas, pero fueron tan tontos como para dejarlas caer a cada paso.

No falto a sus citas con la psicóloga, pero claramente se llevó un par de regaños por estar abandonando sus responsabilidades y seguir huyendo de sus sentimientos. Le resultaba inquietante cómo es que las cosas habían cambiado, en el pasado se habría vuelto loco al pensar que le gustaba un chico, ahora sólo se sentía dichoso por entregar sus más puros sentimientos al mejor hombre que ha conocido en su vida. Lo único que necesitaba era despejar un poco su mente e ir a buscarlo, decirle a la cara todo lo que sentía por él y pedirle una oportunidad para conquistarlo y ayudarlo a sanar.

—Quita esa cara de idiota, me asustas. —La rasposa voz de Draken lo saco de su zona y pego un pequeñito brinco sobresaltado. —
—Llevas cómo cinco minutos viendo a la nada con cara de imbécil, ¿Ahora qué te pasa?, ¿Quieres hablarlo?

—Me gusta Chifuyu. —No estaba el sentimiento de culpa, no se sentía sucio ni miserable por admitir aquello. Tampoco quedaba el vacío de creer que estaba robando algo que le pertenecía a alguien más, joder. Chifuyu no era un puto objeto, Chifuyu no era una pelota que se pudiera estar pasando de uno a otro. Matsuno Chifuyu era un ser humano que vive y siente, que ríe y llora. La mejor persona que ha conocido en su vida y el único ser del cual quiere conocer cada pétalo de su alma. —Estoy enamorado de Chifuyu. Mucho. Joder, me encanta. Draken, ¡Chifuyu me gusta!, ¿Puedes creer qué le gusta meterse muchas palomitas a la boca sólo para pretender ser una ardilla con las mejillas llenas?, Es tan adorable que me da pena. Es precioso, tiene uno ojitos divinos y una risa que me hace sonreír enseguida, es ordenado y limpio, su cabello siempre está brillante y huele rico. La piel de su cuello es suave y sus manitas encajan a la perfección con las mías, me encanta cuando me habla adormilado por las mañanas y tiene baba seca y adoro como le queda el rubio aún cuando el negro lo hace ver jodidamente caliente. Amo cuando se queda hablando con los gatitos o perritos de la tienda y es tierno cuando los regaña y hace pucheritos, es el chico más encantador que he visto en mi vida y se me parte el corazón al pensar que él realmente pueda pensar que estaría mejor sin mi, porque yo sin él jamás habría llegado tan lejos. Lo amo, Draken.

—¿Eh?, Eso es. —Draken se puso de pie y limpio sus manos manchadas de aceite en su mono de trabajó, una sonrisa burlona adornaba sus finos labios. —Si te soy sincero lo veía venir. Chifuyu es guapísimo y es un sol marchito, desde que llegaste está recuperando su brillo. Ya te había dicho que la mierda verbal que te soltó Fuyu esa noche fue por una mera crisis de ansiedad, dudo que él no te quiera a su lado. Ayer que fui a la tienda de mascotas no hacía más que preguntar cómo estabas, si estás comiendo bien o sí te he escuchado llorar. Sí no ha venido a verte es porque te quiere dar tu espacio, pero las ojeras en sus ojos me demuestran que se lo está llevando la mierda. —Las grandes manos de Draken se pusieron sobre sus hombros ejerciendo más presión de la necesaria. — Así qué, ¿Enamorado de Chifuyu?, ¿Tú?, ¿Él mismo chico que se la vivía de ver tetas y fantasear con alguna linda chica? Aunque si te soy sincero, cualquier chica me parecería insulsa al lado de Fuyu, joder, tiene un cuerpo de pecado y una carita de ángel, un encanto.