Alquimia.

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Ojos azules brillando en su noche más oscura.

Volver a su rutina después de haber confesado sus sentimientos fue todo un reto, especialmente porque la mayor parte del tiempo Chifuyu no podía ver a Kazutora a los ojos sin sentir sus mejillas ligeramente calientes.
Luego de discutir por horas (que se convirtieron en días), habían decidido que seguirían viviendo juntos, en cuartos separados, pero juntos.

Para Chifuyu representó un reto el no besar a Kazutora hasta dejarlo sin aliento aquella noche que le reveló lo mucho que lo quería, y para Kazutora fue un subir y bajar de emociones, ¿Cómo contenerse si tenía a Chifuyu en sus piernas? Ambos seguían siendo un desastre cuando se trataba del contrario, pero funcionaban, se querían y se cuidaban el uno al otro, eso bastaba.

Esa mañana no abrirían la tienda porque la lluvia caía a cántaros del cielo, salir representaba un riesgo, más si tenían que manejar por la noche y la lluvia no cesaba, sus clientes frecuentes los perdonarían.
Lo positivo de lo acontecido fue que ahora ambos chicos podían pasar el resto del día sin hacer nada.

O hacer todo.

—¿Matsuno, quieres qué veamos orgullo y prejuicio? Dicen que ya la van a quitar de Netflix.— hablo Kazutora desde la sala. —Y dudo que te quieras perder de ver a tu amor Mr. Darcy.

La risa de Chifuyu se escuchó desde la cocina y luego sus posadas trazando un camino hasta la sala.

El ojiazul se apuro a llegar junto a Kazutora y le quitó el control de la televisión.

—¡No la pueden quitar! Es lo mejor del catálogo, ¡Qué insulto! — al verificar que efectivamente le quedaban pocas días se llevó una mano al pecho y abrió la boca con indignación. —Los voy a demandar, no estoy bromeando.

—Eres un niño. — nuevamente Kazutora le quitó el mando y puso la película. —Ahora calla y ve.

Chifuyu de trago la queja cuando la particular música comenzó a sonar, se acurrucó cerca de Kazutora y este no dudo en pasarle en brazo por los hombros.
La lluvia se escuchaba con fuerza y hacia frio, pero se sentían cálidos por tenerse uno cerca del otro.

Si a Kazutora le preguntaban que es lo que había cambiado de su relación con Chifuyu no sabría responder, pues prácticamente siempre han sido de tacto y palabras dulces, la única y diminuta diferencia (pero significativa), es que ahora ya no tenía que ocultar en absoluto lo enamorado que estaba. Aunque claro, para este punto aún no le habían puesto un título a su relación.

Se dedicaron a acariciarse las manos y abrazarse, los labios de Kazutora cada tanto besaban el hombro de Chifuyu, su mejilla o la coronilla de su cabeza, se decían pequeños comentarios respecto a lo mucho que la madre de Elizabeth los estresaba y lo irresponsable que era el padre de esta misma. Luego se emocionaban por la ternura y torpeza de Darcy, esa película la habían visto al menos diez veces a petición del de ojos azules.

Cuando los créditos finales aparecieron Chifuyu se lanzo a los brazos de Kazutora y refugio su rostro en aquel pecho amplio y fuerte. La decisión de Kazutora de empezar el gimnasio había sido un ganar ganar para ambos.

—Me gustas.— fue casi un susurro pero Kazutora lo escucho bien claro. —Eres tan guapo.

Sin mucho esfuerzo Kazutora jalo del cuerpo de Chifuyu para que esté de sentará sobre sus piernas.
Aquello ya era algo común, tentarse, coquetearse y jugar un poco, siempre lo hacían, la química que existía era innegable, estaban perdidamente enamorados el uno del otro.

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⏰ Última actualización: Aug 18 ⏰

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King Of My Heart. [Kazufuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora