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Chuuya regresa a la agencia junto con Kyouka.

—Akutakawa, vamon...— Chuuya deja de hablar al ver como Atsushi sostiene a Akutagawa hecho burrito con una manta, Dazai anula su habilidad y Kunikida le seca el cabello con una toalla. —Kyouka saliste de un lugar muy raro para entrar a otro—

—Este es peor— Responde Kyouka —Tenemos una vaca en le techo—

—¿Qué?— Chuuya mira a la niña y esta solo se encoge de hombros.

Akutagawa, mira a Chuuya.

—Chuuya-san— Dice, pero el pelirrojo lo interrumpe.

—Primero que nada, contexto—

—Empezó a toser más feo de lo normal— Explica Dazai —Entonces lo abrigamos y le estamos secando el cabello—

Chuuya se acerca, le quita la toalla a Kunikida y le revuelve el cabello al mafioso más joven con ella.

—Eso te pasa por salir con el cabello mojado— Lo regaña —Ven, vamos a casa, te prepararé té de manzana y canela—

Chuuya toma al "Akuburrito" del agarre de Atsushi y toma su mano.

—Chuuya-san, creo que me va a dar gripa— Se queja —Y no tome mi mano, no soy un niño—

Chuuya suelta la extremidad.

—Para eso es el té, Ane-san dice que es antiséptico y antiviral—

—¿De verdad?— Chuuya quita la manta sobre los hombros de Akutagawa y coloca su propio abrigo —Nunca había escuchado eso—

—Lo es, también me lo decían las señoras del Suribachi cuando era niño— le pasa la manta a Kunikida, Chuuya, siguiendo con su larga broma, le sonrió al rubio haciendo uso del cliché de romance barato de rozar "accidentalmente" sus manos.

—¿Son las mismas señoras del Suribachi que decían que no tenías alma por ser pelirrojo?— Le cuestiona Akutagawa tomando a Chuuya de los hombros y guiándolo fuera de la agencia y lejos de Kunikida.

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Al día siguiente Kenji entra a la Port Mafia junto a Kyouka.

Chuuya los espera en la recepción del edificio.

—Muy bien, Kyouka, yo me encargo desde aquí—

La niña mira al pelirrojo y asiente, luego toma las manos del rubio.

—Kenji, escúchame bien, si Kouyou te hace algo tienes que decírmelo y yo me encargaré del resto—

—Estaré bien— Asegura Kenji con una sonrisa.

Kyouka suspira y lo suelta, regresa su mirada a Chuuya.

—Le pasa algo y te mato—

—Me parece justo— Chuuya le da palmaditas en la cabeza —Ve a la Agencia, lo llevaré sano y salvo en un rato—

Chuuya escolta a Kenji hasta una habitación y abre la puerta.

Chuuya creé nunca haber visto a alguien tan tranquilo cuando Ozaki Kouyou lo llama a una reunión.

"¿Es estúpido o valiente?" Se pregunta Chuuya mientras lo ve tan feliz.

—Ane-san, ya llegó—

La mujer está sentada en una mesa de té, Chuuya suspira con miedo, pobre Kenji.

—Fue puntual, me agrada eso— Comenta Kouyou —Gracias Chuuya, puedes irte ahora—

—No— Chuuya pasa a la habitación con Kenji detrás —Me quedaré en silencio al fondo—

3² da 9, no 6, imbécil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora