6

2.4K 327 402
                                    

Kouyou se acerca a Chuuya cuando termina de calentar.

—Mira Chuuya, tu noviecito vino a verte—

—Ane-san, tiene que ser más específica, tengo, mínimo, tres personas que has denominado así en algún momento—

—El más nuevo—

Chuuya mira de reojo y ve a Kunikida discutir con Dazai.

El pelirrojo mira al lado contrario, está ligeramente avergonzado.

—Ane-san— susurra —Eso es trampa—

—Que tú no puedas controlar tus hormonas no es mi culpa—

Chuuya suspira y juega con sus manos.

—Es que... No quiero que me vea pelear y piense que soy un monstruo o algo—

—Chuuya, él también es un artista marcial, sabrá apreciar al mejor de la Port Mafia, no te preocupes, ¿Si?—

Chuuya asiente.

El pelirrojo se quita los guantes y por alguna razón hay un jadeo colectivo de parte del público.

—¡Indecente!— Le grita Kajii cubriendo los ojos de Q.

Chuuya los mira confundido.

—¿Qué?—

—Sin guantes y sin sombrero ¡Ya quítate la camisa de una vez!— Le dice el bombardero.

—Sí, quítatela— Grita Higuchi, aunque está sentada cómodamente en el regazo de su novia.

Chuuya pone los ojos en blanco.

—No se lo merecen— Responde el pelirrojo cruzándose de brazos.

Chuuya regresa su atención a Kouyou y ambos estrechan sus manos.

—¿Reglas?— Pregunta la mujer

—Depende— Chuuya mira a Yosano —¿Nos curas cuando terminemos?—

Yosano, quien ahora tiene un peluche de Golden Demon en las manos asiente.

Chuuya de pregunta ¿De dónde saca Kajii mercancía?

—Si es así, ninguna ¿Quieres agregar algo?—

—Si, quien pierde paga la cena—

Chuuya asiente y ambos se alejan cinco pasos.

Mori se levanta y camina al centro.

—Bien, quiero una partida limpia, nada de ataques a la moral, como siempre gana el que deje fuera de combate a su oponente primero, tienen 10 segundos para levantarse y está prohibido que intenten sacarse el corazón y sí, estoy hablando de incidente de hace dos años Kouyou—

La pelirroja bufa.

Kunikida mira a Dazai y este hace una expresión indiferente, como si fuera normal.

—Chuuya, todos sabemos que puedes hacer explotar una sandía con los muslos, pero no es necesario hacerlo con el cráneo de Kouyou, por favor—

—¡Si, mejor hazlo con el mío!— Grita Kajii.

Chuuya se cruza de brazos mirando al bombardero.

—Dejando eso de lado, pueden comenzar cuando llegue a 0 ¿Algo que agregar?—

—Yo— Dice Chuuya —Higuchi, guárdame algunos aperitivos, siempre me da hambre luego de pelear—

—Quítate la camisa y te traigo un buffet— Responde la rubia.

—Es tentador, pero paso—

Mori regresa a su asiento.

—10, 9, 8...—

3² da 9, no 6, imbécil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora