Tiempo Fuera [Secuela Medio Tiempo]

Primera Parte

¡Hola! Les traigo la primera parte de esta historia. Me gustaría agradecerles todo el amor que le dieron a Medio Tiempo, lo aprecio demasiado 🥺

Sin más les dejo la historia, espero que amen leerla tanto como yo estoy amando escribirla. La actualizaré todos los sábados por la tarde. 🌚

¡L@s amo a tod@s, abrazos!

Lucas apaga el televisor y se mira en el reflejo de la pantalla negra. Se dice a si mismo que no ha cambiado demasiado en esos años, pero no puede evitar hacer comparaciones. Tiene una ligera barba que lo hace lucir descuidado y desalineado. Ya no hay más abdomen plano y marcado, en su lugar está creciendo una ligera barriga consecuencia de la comida chatarra y los antojos grasosos de la media noche. Lucas descubrió algo que le cambió la vida para mal: los maravillosos servicios de Uber Eats. Los músculos de sus brazos comienzan a decaer pues Lucas no hace más ejercicio que el que implica subir las escaleras del edificio hacia su departamento en el séptimo piso. No por decisión propia, eso se lo agradecía a una falla mecánica que no había sido atendida por el dueño. Es usual para él mirar el cartel de "Fuera de servicio" antes de girar a la derecha hacia la fila de escalones que le parecen cada vez más largos.
Se levanta del sofá y pasa de largo junto al espejo de la sala porque no necesita más comentarios sobre su físico.

Tyler, por el contrario, sigue siendo tan divino como él lo recuerda. Aún tiene una sonrisa de ensueño que le acelera el corazón y una mirada profunda que pareciera atravesar la distancia para salir del televisor y atraparlo en un instante. Su cuerpo se ha vuelto mucho más musculoso con el paso de los años y es tan firme como una roca. Ha visto, en incontables veces, la forma en que los jugadores chocan contra él y caen al pasto, como si hubieran golpeado un muro sólido. En definitiva, Tyler se ha acoplado mejor a su trabajo como defensivo que como ofensivo. En realidad, parece que a Tyler le va mucho mejor desde que él ya no está.

¿Y cómo no? Si las cosas entre ellos no terminaron de la mejor manera. Lucas lo recuerda a la perfección porque es el recuerdo preferido de su cerebro para reproducir cada noche antes de ir a dormir. Así que es posible agregar "insomnio" a la lista de cosas que Lucas vive día a día.

No todo es tan malo. Con sus ahorros y las pocas regalías que aún obtiene por su imagen, Lucas es capaz de vivir tranquilamente en un pequeño departamento sin la necesidad de trabajar. En realidad, no es un sueño hecho realidad. Lucas evita a toda costa salir de casa porque siempre hay alguien que pregunta si no es él el gran Lucas Navarro de quien tanto hablan en la televisión. No se contentan con escuchar que lo era, quieren seguir preguntando qué pasó. Preguntan si lo que decían las noticias era verdad y Lucas no tiene otra más que huir de ahí.

Le gusta salir a caminar por las tardes cuando el sol se esta poniendo porque la ciudad es diferente. A esa hora la gente se ocupa de apresurarse para huir de la noche y nadie le presta atención. Así que él y Dino caminan por el parque cercano donde Lucas se sienta en un viejo columpio de madera roída y desde ahí mira como el perro corre por el pasto orinando todo lo que puede y salta entre los arbustos y juega con los insectos. Dino se ha vuelto su única compañía de verdad.

Marley se mudó a España para ser presidenta de una importante firma de abogados poco después de que él entró a la NFL. Ella se ofreció a regresar con él después de lo que sucedió, pero Lucas se negó. Ya había echado a perder su vida y la de Tyler, no arruinaría también la de su madre. Así que se ven pocas veces, una o dos ocasiones al año son suficientes.
Con Carlos, las cosas son un poco diferentes. El joven, que se convirtió en un docente reconocido en la Universidad a donde ellos asistieron, lo visita con frecuencia. Lucas se niega cada vez porque su departamento está del otro lado de la ciudad y el camino le supone un par de horas a Carlos, pero su amigo siempre termina con la misma oración: No vas a deshacerte de mi, hormiguita. Estaré ahí pronto.