"Es tu legado, muchacho... Así, como el nombre que te devuelvo.
Aurelius... Aurelius Dumbledore. Tu nombre estará en la gloria cuando rehagamos este mundo".
Credence no podía asimilar lo que acababan de decirle. A pesar de llevar poco más de un año en el mundo mágico, aún había muchas cosas que desconocía, y no nunca había escuchado el apellido Dumbledore, aunque se escuchaba importante.
Gellert Grindelwald se dio media vuelta para abandonar el estudio donde se encontraban, dejando a un desconcertado Credence con una varita en la mano y un fénix que descansaba en el respaldo de una silla. Él sabía que no bastaría sólo con eso para ganarse la confianza del joven, pero era un buen comienzo para ponerlo en contra de su adversario.
Credence se giró, quedando de frente al enorme ventanal que había estado observando momentos antes, y fue en ese momento que la realidad lo golpeó de lleno. Tenía una familia, o por lo menos un hermano, y ellos lo habían... lo habían...
Una rabia inmensa surgió desde su interior, podía sentir al obscurus retorcerse al pensar que todo este tiempo tuvo un hermano, siempre tuvo una familia que pudo haberlo salvado, ahorrado todo el sufrimiento que tuvo que soportar por 26 años. Tenía ganas de gritar, destruirlo todo, y con el obscurus no sería una tarea difícil.
Sin embargo, instintivamente hizo un ademán con su varita hacia el ventanal. Desde que descubrió la existencia de los magos siempre había imaginado cómo sería usar una varita, y parecía como si fuera algo natural para él. Pudo sentir un hormigueo en sus brazos, como si toda la energía de su cuerpo se estuviera acumulando en la punta de sus dedos, hacia la varita.
No se imaginaba que de la punta de esta surgiría un gran rayo de luz que traspasaría el cristal y continuaría volando hasta impactar con una montaña cercana. El rayo causó una explosión que derrumbo una gran ladera de la montaña, causando una avalancha de árboles, rocas y nieve.
Credence se sorprendió de lo sucedido, no pensaba que causaría un efecto tan grande. Bajó los brazos lentamente contemplando la avalancha que había causado. Aunque consideraba que lo que hizo fue más un berrinche, le había ayudado a liberar esa furia interna que tenía. Ahora, aunque seguía molesto, se sentía más calmado. El obscurus se había relajado y parecía que volvía a dormir.
Un ligero graznido surgió a su derecha, y al girarse podía ver que el fénix lo miraba fijamente. Esa también había sido una gran sorpresa, ese pequeño polluelo que él había encontrado una tarde en París resultó ser una hermosa ave fénix. Esto le trajo muchas preguntas, ¿todo el tiempo había sido un fénix? ¿por qué se le presentaría como un polluelo? ¿Y por qué, siendo un ave mágica, se había quedado con él?
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una mujer rubia que entró a la habitación. La había reconocido del mausoleo, recordaba haberla visto al lado de un hombre regordete y con bigote de expresión amable, el mismo que habían encontrado él y Nagini en la tumba de los Lestrange.
Nagini... recordar que dejó atrás a su única amiga mientras ella le rogaba no irse lo hizo sentir terrible. A pesar de que ella le importaba mucho y la amaba, la desesperación por saber quién era, obtener al fin una respuesta, lo hizo ignorar las súplicas de Nagini y atravesar el fuego azul. Esperaba que algún día la pudiera volver a ver y pedirle perdón por todo... aunque él sabía que eso era casi imposible.
"Hola querido" la dulce voz de la mujer lo devolvió a la realidad, "el señor Grindelwald me pidió que te llevara a tu habitación". Una sonrisa amable se dibujaba en el rostro de la mujer, lo que hizo que Credence se sintiera un poco extraño, no era habitual que la gente fuera amable con él. Aún así se veía un poco nerviosa, como si al ver lo que el joven acababa de hacer tuviera miedo de que la atacara también.
Credence desvió su mirada nuevamente hacia el fénix, que con un graznido se movió más cerca de él. Un poco dudoso, extendió su brazo y el ave trepó por él hasta descansar en su hombro. Para ser un ave tan grande era increíblemente ligera, apenas si sentía su peso. Después miró al frente y comenzó a seguir a la mujer.
⁓ SofiScamander ⁓
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¿Sabes lo que es...?
FanfictionVivir feliz... ese ha sido el mayor sueño de Credence, ahora Aurelius Dumbledore. ¿Acaso era eso mucho pedir? Solo quería una familia que lo amara...Pero el destino estuvo en su contra desde el principio. La mujer que lo crió lo convirtió en un ser...