III

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¿EXPLICACIONES O ?

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Con tus ojos brillantes por fin, pronunciaste tu tan esperado nombre


— ¿Que mierda crees que haces? 

El forcejeo de sus brazos era intenso. 

Las lágrimas de su atacante le hicieron bajar un poco su intensidad y la agresividad de sus palabras. ¿Por qué? A pesar de que había intentado atacar a Ranboo y haber usado una fuerza descomunal para derribarlo o incluso matarlo, el estaba disminuyendo la fuerza del agarre. Poco a poco, el extraño de ojos verdes empezó a soltarse y a doblar las rodillas con lentitud. 

Hasta que por fin, sus brazos se soltaron y el rubio cayó al suelo apoyando sus manos antes de caer, siendo un golpe superficial. Entonces un sollozo se escapó de sus labios y cubrió su boca con sus manos adoloridas. Para todos era una gran sorpresa. 

Techno se encontró ahí, delante suya, jadeando algo nervioso. ¿Que habría provocado esa reacción? Su respiración alterada y sus ojos mirando la figura que se encontraba de rodillas ante su cuerpo. Entonces sus ojos se cruzaron de nuevo... ese esmeralda intenso hizo que diese un paso hacia atrás. 

Los ojos del rubio se posaron sobre todos los miembros, dando una vuelta, los miró a todos con desesperación, esperando a que alguien le tendiese la mano. Pero se dió cuenta de que había sido su error. Su error. 

— Lo siento... — se disculpó, no se tapaba la boca esta vez y bajaba la cabeza, angustiado. Creía que eso arreglaría todo su dolor, todo su sufrimiento interno. ¿Todo se iba a arreglar con eso?, ¿todo?

Entonces, Ranboo se levantó del suelo y se puso detrás de la espalda de Techno. Esta vez Techno había templado su alocada respiración e intentaba analizar la situación. Observaron atónitos como Phil recogía al chico y lo sentaba en uno de los sillones enfrente de la chimenea, que más lo resguardaba del frío y le brindaba calor. El rubio poco a poco se iba calmando de todo aquello que le atormentaba, no olvidándolo, pero sí intentando menguar su tormento.

El silencio invadió de nuevo la sala. Y la primera pregunta que se hizo volvió a aparecer en el aire: 

"¿Cómo te llamas?" Esta vez, un tono más gentil pronunció aquellas palabras, Tubbo, que se había sentado cerquita de el rubio. A pesar de todo, el silencio invadió al chico... de nuevo. 

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