XII

82 13 17
                                    

CON LA VERDAD POR DELANTE

╔ ೄྀ࿐ ˊˎ- ╗

╔ ೄྀ࿐ ˊˎ- ╗El suave tacto de tu mano siempre logró hundirme en la idea de no soltarte jamás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

╔ ೄྀ࿐ ˊˎ- ╗
El suave tacto de tu mano siempre logró hundirme en la idea de no soltarte jamás.

Se encontraba sentado al borde de un precipicio, contemplando a la nada, pensando en todo lo que había estado pasando últimamente.

Un único recuerdo en su mente. Las alas fuertes de sus hermanos y su padre adoptivo.

Agarro la tela de su espalda con fuerza, intentando rascar aquella parte que aún dolía, dolía con fuerza y picaba, recordándole que una vez estuvieron ahí.

Lo recordaba, como de niño fue arrinconado contra aquella superficie, escuchando aquellas palabras.

"Monstruo"

Y luego, aquel metal frío, sus lágrimas pidiendo que pararan, y sentir como poco a poco se desprendían de su espalda, gritando de manera desgarradora, siendo la diversión de algunos o algunas. Aquel día su bien más preciado, aquello que lo hacía libre como celestial le era arrebatado.

Porque no había nada tan desgarrador, de sentir como le arrebataban aquello.

Sus alas.

Largas y blancas como la nieve y negras como la mismísima noche, impolutas de cualquier mancha. Siempre grandes a pesar de la corta edad que tenía.

Aún dolía recordarlo, y ver como sus hermanos las controlaban poco a poco le hacia daño, en aquellas prácticas el jamás estaba. Recordar el sentimiento de volar no era algo que el se podía permitir. No ahora.

Suspiró de manera suave.

— ¿No estarás pensando en tirarte, no? — preguntó Philza desde atrás, llegando con Dream por detrás, quien no parecía ser capaz de hablar con Technoblade.

Se escuchó la suave risa de Technoblade.

— No lo he pensado, tranquilo. — sonrió suave terminando de reír, girándose para ver a Philza y luego, su mirada se tornó fría, en cuanto vio a la deidad traicionera detrás.

— Technoblade. — habló la deidad.

— Pues ya si me has fastidiado la noche.. — habló entre un suspiro, dejó de mirar a Philza para enfocarse en el otro rubio cenizo, y su atractivo rostro.

Sino le pareciera tan atractivo le reventaría la boca, pero también sabe controlarse adecuadamente y una cara bonita no se debe romper, así que mejor se queda sentado. Miró de nuevo a Philza, quien le pidió calma con la mano.

GodsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora