Capítulo 26

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Jimin estaba sentado en la cama mirando fijamente a Jungkook, el cual había optado por tomar una silla y posicionarla frente al rubio.

El pelinegro no sabía por dónde empezar, en cuestión de minutos se metió en un embrollo del cual no importaba cómo intentara arreglarlo, sabía que solo le quedaba que Jimin creyera en su palabra.

Tratando de ignorar el espeluznante sentimiento de pérdida en su pecho, miró de vuelta al rubio, ya no lloraba, sus ojos se veían medio hinchados y su nariz algo roja.

— Primero que nada, quiero que sepas que tienes razón — suspiró rascando su nuca — Yerin terminó siendo la persona que decías, ella vino aquí sin ser invitada, ni siquiera me avisó que vendría a hacer el trabajo — mordió su mejilla sintiendo que Jimin realmente estaba neutro ante las cosas que Jungkook le decía — Ella nos ha hecho grupo, siempre preferí hacer mis trabajos solos y... y-y no lo sé Jimin, sé que lo que te diré puede sonar estúpido y como si fuera una gran mentira.

— Te escucho — murmuró asintiendo.

— Yerin gusta de mi, o bueno, eso es lo que ella piensa — explicó con suavidad, admirando como el rostro de Jimin se ensombrecía — lo lamen...

— Y tu cuello? Tenía labial, Jungkook.

— Ella... intentó besarme, no es muy alta y solo me bastó alzar el rostro para que no lo hiciera, no sé en qué momento esa marca llegó a mi cuello, realmente no hice nada y ella no llegó a nada.

Jimin sentía su pecho agitarse, una mezcla de enojo y tristeza surgía nuevamente en su pecho. Decidió acomodarse en la cama de forma en que pudiera apoyar su espalda a la pared, Jungkook lo miraba y esperaba que obtuviera respuestas.

— No lo sé, Jungkook.

— Jimin — se levantó de su lugar y se sentó cerca del rubio — Créeme, esa chica realmente está loca, me gustas mucho y no puedo quedarme callado mientras sé que te llenas de dudas.

— También me gustas mucho, demasiado — sintió sus ojos cristalizarse — Te creo, realmente lo hago, porque sé que no eres así y por eso me gustas — Suspiró bajando la mirada — Pero esa chica está siendo un problema.

— Lo sé — murmuró bajo.

Ambos se quedaron callados unos segundos, en los cuales Jimin se dedicaba a pensar y Jungkook a tratar de buscar algo para que al ambiente se aligerara.

— Me iré a casa — Avisó el rubio tratando de levantarse de su lugar ante la mirada fija del pelinegro — Estoy un poco sensible y no creo que haya mucho más que explicar, verdad?.

— No, espera — tomó su antebrazo una vez que ambos estuvieron parados y trató de que Jimin lo mirase — Jimin, no dejemos las cosas así.

— He dicho te creo, está todo bien, Jungkook.

— No es cierto, no me mientas — suspiró pasando una mano por su cabello — Lamento ésto, Jimin, realmente lamento si toda ésta situación te está lastimando — acunó el rostro del rubio entre sus manos, el cual sentía que si Jungkook seguía así lo haría llorar — Me crees, lo sé, pero también tuve la culpa al no haber alejado a esa chica desde un principio.

— No sabías que sería así — murmuró bajo.

— Por supuesto que no, pero tú sí y debí fijarme más en el por qué de eso — sus ojos pasaron por las lindas facciones del más bajo — Me encargaré de alejarla.

— Tú? — alzó una ceja sorprendido.

— Claro, tendré que hablarle en presencia de Taehyung por si me mata o algo así — Jimin sonrió y Jungkook sintió su pecho aflojarse un poco más.

Everything is pink $ KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora