Capítulo 3

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Xie Lian estaba en una esquina de la habitación aparentemente leyendo - ¿Alteza? - habló Shi Qing Xuan con voz ronca - ¿Señor del viento? ¿se encuentra bien? - Shi Qing Xuan quiso decir que sí, pero la presión en su pecho y el dolor que sentía en su estómago hizo que agachara la cabeza.

-Yo...- intentó hablar antes de que se le cortara la voz y comenzara a llorar, Xie Lian se levantó y se apresuró hacía él, mientras lo acunaba en sus brazos y le susurraba –Está bien, estoy aquí- Shi Qing Xuan sollozaba fuertemente y negaba con la cabeza –Yo arruiné su vida Dios, no debí haber nacido, si yo no estuviera aquí, él no hubiera tenido que sufrir-

Xie Lian negó con la cabeza, pero Shi Qing Xuan continúo –¿Por qué no me mató a mí también?, lo peor es que todas las cosas despiadadas que me ha hecho no se comparan en nada al engaño, le juro Danxia que me duele tanto que me cuesta hasta respirar. Me duele que haya fingido que me quería, que le agradaba, que era mi confidente y mi amigo. Es lo que más me mata todos los días. –

-Dios ya no aguanto más, ¿por qué no me deja ir? ¿tendré que vivir con la culpa para siempre? - Xie Lian solo pudo abrazarlo con más fuerza, sin saber muy bien que responder. Esperó un buen rato hasta que Shi Qing Xuan volvió a dormirse.

-La verdad me sorprendiste, cuando pensé que tarde o temprano le harías daño, no sabía que podía ser tan pronto- He Xuan lo miró con odio y aventó la botella de cristal contra la pared, Hua Cheng ni siquiera se inmutó –Para ser un tipo que no le importa nada, te ves muy afectado- He Xuan se exasperó y gritó: –YA BASTA CALLATE, no tienes ni una maldita idea de lo que pasa, no sabes nada, porque estoy seguro que nunca te ha pasado, odiar tanto y al mismo tiempo desearlo.

-Odio a Shi Qing Xuan, su maldita sonrisa, su cabello, sus ojos, su nariz y sus labios, odio que sea tan feliz y tan energético, aborrezco tanto la idea de verlo, ¿pero sabes que es lo más horrible?, que la idea de no verlo hace que quiera morir por segunda vez y no volver a despertar- hizo una sonrisa irónica.

-No Hua Cheng, no todos tienen sus felices para siempre, hay cosas que por más que estén rotas ya no pueden volver a ser como eran antes, y debo aceptarlo mi tiempo con él terminó hace mucho tiempo, sin embargo, duele, duele tanto que hace querer que vuelva, sabes lo patético que soy al querer que vuelva cuando yo sé correctamente, que si el pudiera regresar no lo haría. –

Hua Cheng se quedó sin palabras, algo que rara vez pasaba, He Xuan se frotó la cara con ambas manos, y salió de la habitación sin decir nada.

Con el pasar de los días He Xuan no volvió aparecerse, solo un sirviente extraño le entregaba la comida y se iba, Shi Qing Xuan pasaba sus días recostado e intentando matar el tiempo, a medida que los días pasaban y pasaban, su mente más se atrofiaba, ¿era en realidad él mismo el culpable de toda esta desgracia?

Cierto día el sirviente entró como costumbre a dejar la comida, pero Shi Qing Xuan notó algo extraño en él, se movía muy despacio y parecía estar temblando, Shi Qing Xuan no aguantó su curiosidad y preguntó- ¿sucede algo? - el sirviente lo miró muy sorprendido y antes de que abriera la boca y dijera algo, se escuchó un ruido estridente de cosas quebrándose. Shi Qing Xuan se sobresaltó y miró como el sirviente volvía a temblar.

Ya fue suficiente pensó, está bien si He Xuan está enojado con él, si quiere lastimarlo o hacerlo llorar, él lo dejará, pero no permitirá que ande involucrando a los demás en esto.

Se levantó con ligereza, la túnica era muy suave y fina, de una tela de color blanco con el cabello que le caía en cascada daba la apariencia de un ser superior, no cabía duda que este tipo en algún momento fue un Dios.

Se dirigió con los pies descalzos y bajó lentamente las escaleras, había algunas personas arrodillas a los pies de He Xuan, temblaban y otros incluso lloraban, Shi Qing Xuan se paró en una esquina del comedor, mirando fijamente a He Xuan, los sirvientes habían levantado la mirada un poco preocupados.

Shi Qing Xuan los miró y preguntó - ¿Qué sucedió? – uno de ellos habló -El señor He Xuan se enojó porque la comida de hoy no era de su agrado, nos pidió que la volviéramos hacer, y cuando lo hicimos, no le volvió a gustar-

La voz del sirviente temblaba, Shi Qing Xuan sintió pena por ellos así que sin pensarlo dijo -Fuera de aquí- los sirvientes lo miraron sorprendidos -Yo hablaré con él, ustedes continúen con sus labores- los sirvientes al ver que He Xuan no decía nada, se pararon y se fueron.

Shi Qing Xuan se acercó despacio hasta quedar frente a frente con He Xuan, este lo miró con recelo y habló –Por lo visto, tienes agallas- Shi Qing Xuan cerró los ojos con frustración –Escúcheme señor Aguas Negras, usted tiene un rencor conmigo y está perfecto, pero no tiene que desquitarse con todo mundo cuando ellos solo intentan hacer su trabajo-

He Xuan soltó una risa ahogada, - ¿Me estás dando a mí una lección sobre cómo tratar a los demás? Ay señor del viento tal parece que usted no sabe quién es su hermano- Shi Qing Xuan alzó la voz –Jamás podría olvidar quién es mi hermano- dijo con ira latente en su voz dando un paso hacía al frente desafió a He Xuan con la mirada.

Algo brilló dentro de los ojos de He Xuan -Ahora puedo ver que eres igual que él- soltó sin más, algo se quebró en la mirada de Shi Qing Xuan haciéndolo retroceder, al segundo He Xuan se arrepintió de lo que había dicho, quería decirle que en verdad no era cierto que, por supuesto no se parecía a ese monstruo, pero nada salió de su boca.

Shi Qing Xuan le dio la espalda, y dijo con voz ronca –Ódiame todo lo que quieras, puedes hacerme daño, denigrarme y pisotearme, pero por favor deja a los demás fuera de esto-

Al siguiente día He Xuan le dijo que de ahora en adelante ayudará a los sirvientes, Shi Qing Xuan se sentía un poco demasiado nervioso, en su vida había hecho servidumbre, solo Danxia sabría qué haría He Xuan si Shi Qing Xuan cometía un error.

Tu mirada en mis ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora