Una segunda oportunidad para amar

Un dulce accidente

En los días siguientes, no quise levantarme de mi cama, mis hermanas quisieron venir a verme, pero no estaba totalmente recuperada, así que les dije que estaba con gripe, claro que fue difícil de convencerlas

Lisseth: ¿y que tiene que estés con gripe?

Katherine: contagiare a Noah

Lisseth: mmm, ok tu ganas por esta vez

Katherine: si, estaré bien, y ustedes tienen que estar mejor, si quieren acompañarme a Los Ángeles

Lisseth: ¿de verás que quieres que vayamos contigo?

Katherine: claro, sino no sería un gran paseo, imagina a Noah en las calles de los Ángeles, además recuerda que eres mi asistente

Vanessa: no pues, prepárense para la tercera guerra mundial, es el anticristo

Noah: telullar ejeje

Vanessa: ¡deja mi celular canijo!

Katherine: así que ella esta ahí también

Lisseth: y la pendeja de Milagro también

Katherine: a ella no le digo nada porque, porque querrá estar con su amor platónico

Lisseth: y me tiene podrida, con decirte que todo lo ve bello, con decirte qur Noah tiro su celular y dijo o que bello

Katherine: eso es grave, jaajajaja

Familia, sin ellas no podría salir adelante, son todo lo que tengo, agradezco a Dios de que ellas estén conmigo, soy afortunada

Me preguntaba que era lo que había pasado con Milagro ese día de la discoteca, según Lisseth, fue difícil convencerla para que le cuente y bueno ella le conto a Lisseth y ella me conto a mi, el secreto entre hermanas es muy difícil de ocultar

Hace dos días en la discoteca

James: ¿bailamos?

Milagro: ¡si¡ por fin alguien divertido

James: oye no coquetees conmigo, ya te dije que me gusta otra

Milagro: anda sonso, que tú tampoco me gustas

Era difícil de no sonreírle a James, él es un hombre muy divertido y de buenos sentimientos, pero como dijeron ellos, solo se veían como amigos

Pero aún me pregunto, ¿Cómo es que apareció Chayanne?

James: oye ¿quieres beber algo?

Milagro: si pero primero quiero ir al baño

James: ok entonces te espero en la barra

Y en el camino de vuelta a la barra donde esperaba James, no pudo evitar tropezarse con alguien, que parecía que buscaba a alguien o huía

Milagro: ¡auch!

-lo siento, debi ser cuidadoso

Milagro: ay ya me dejaste sin dedo

-¿estas bien?

Milagro: si creo, au