Una segunda oportunidad para amar

Sentimiento revelados

No podía creerlo era Tom, mi salvador, espera, que no se de cuenta que le temo a los relámpagos, ni tiembles Katherine, aguantatelas

Tom: estas, empapada mujer

Obvio que voy a estar mojada si estuve en esa pinche lluvia, ay Tomcito tan lindo y bobito, hey nada de enamorarte él tiene novia, tú olvidate

Katherine: gracias, eres mi salvador, quise parar un taxi para ir a mi hotel, pero me atrapó la lluvia

Tom: es que no estas acostumbrada a este clima, ¿en que hotel estas?

Katherine: en el Rossevelt

Tom: será mejor que te quites la Blusa

Katherine: ¿que?

Tom: te vas s resfriar si estas con eso

Katherine: pero me cambio en mi habitación, no aquí

Tom: yo volteare, hay congestionamiento de aquí a tu hotel

Katherine: pero ¿que me voy a poner?

Tom: ponte mi saco.

Katherine: estás loco, te resfriaras tú

Tom: apurate o te saco yo

Katherine: no pues saliste amargadito

Tom: y tu saliste más niñita de lo que creí

Que linda sonrisa, espera no pongas esa cara de idiota, pero este mucho se me acerca

Katherine: ¿no te ibas a voltear?

Tom: ok, ok

Si que estaba mi blusa muy mojada, ojalá no me resfriara, sobre todo porque mañana teníamos presentación

Tom: ¿ya estas lista?

Katherine: si, ya lo estoy

Tom: el saco te queda como vestido jaja

Katherine: -_- no fastidies margarito

Tom: que es eso de mar...que

Katherine: nada olvídalo y gracias por el saco, me siento calientita :)

Su saco tenía su aroma, era tan relajante, que me podía quedar dormida

Tom: ¿te estas durmiendo?

Katherine: ¿eh? no, es que...

Tom: es que, ¿que?

Katherine: nada jaja

Tom: ¿que te paso en la mejilla? ¿te golpeaste con algo?

Diablos, la lluvia quito mi maquillaje, se me había olvidado, ¿ahora que invento? ¿como salgo de esta?

Tom: Katherine, ¿que pasó?

Katherine: nada, eh-yo

Pero justo cuando iba a responder, no sé si para mi suerte, un bendito relamapgo, me hizo gritar,

Que vergüenza, lo bueno que ya no me quiso preguntar, pero se burló porque grite -_-, sobre todo porque salte a él