✱⨾ Pérdida.

531 24 13
                                    

Mención a muertes, suicidios, etc.
Tema de la reencarnación; ficción.

29 de noviembre, 2038

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

29 de noviembre, 2038.

La revolución androide había sido, finalmente, un completo éxito; los divergentes, y también el resto de androides, habían conseguido la libertad. La exclavitud dejaría de ser una realidad, al igual que la desigualdad de derechos. El mundo se adaptaría a una nueva forma de vida inteligente. Pero Connor jamás podrá adaptarse a vivir sin tu presencia. Sí, la revolución había resultado exitosa, pero eso no quitaba el hecho de que habías dejado de vivir por la libertad de un pueblo.

Te enfrentaste a los tuyos sabiendo que jamás habría vuelta atrás pero, mientras Connor luchaba contra sí mismo, apuntando con la pistola a Markus, supiste que debías proteger una causa mayor que tu vida. Ignoraste todo tu miedo y te interpusiste entre la espalda de Markus y el cuerpo del androide que se había ganado tu corazón en cuestión de días.

Disparó. Él jamás quiso hacerlo, pero su interfaz le daba instrucciones completamente contrarias.

Disparó y no hubo vuelta atrás.

Hank llegó, con la esperanza de llevarte aún viva al hospital, y así fue. Estuviste luchando contra todo el mal que tenías, pero no lo lograste. No por debilidad, no por no intentarlo, sino porque aquel disparo había sido demasiado perfecto para poder lograr algo así.

No volverías y eso carcomía cada parte del androide que se había enamorado de tí. No volverías y eso era por su culpa.

Pocos días después de tu partida se celebró el funeral. Amigos y compañeros estaban ahí, recordándote por una última vez antes de despedirse. Tu madre no estaba, al igual que tu padre. El único que estaba ahí era Hank, tu tío, el cual te adoptó cuando solo tenías seis años, después de que tus padres murieran en un accidente marítimo.

— A pesar de que no nos llevábamos demasiado bien al final... Cuando nos conocimos éramos inseparables. Es la mejor definición de «mejor amiga» que tendré jamás. Maig era increíble y mucho mejor poli que yo a pesar de que teníamos la misma edad... — La voz de Gavin sonaba melancólica, y cansada. — La voy a echar demasiado de menos. Pero debo despedirme de mi compañera de patrullas en las oposiciones. Hasta siempre, Maig.

Todos los presentes estaban completamente en silencio. Las palabras de Gavin habían sido importantes, y sabían que para tí también lo habrían sido. Aquel detective había llegado a ser alguien bastante importante para tí, como un hermano, uno que nunca tuviste de sangre.

Todos los presentes escuchaban al detective, llegando a comprender sus tristes y a la vez bonitas palabras. Hank llevaba con la cabeza agachada desde que llegaron al lugar, no quería levantarla, no quería aceptar la realidad, aunque la estuviera viviendo por segunda vez.

Fowler, Tina, Chris y demás compañeros hablaron de tí; de tus hazañas, casos, valentía, carácter, profesionalismo, amabilidad, compañerismo... Tenían muchas cosas buenas que decir de tí, incluso Markus, el líder de los divergentes, al cual le habías salvado la vida, también quería estar presente. Lo habías conocido en persona antes del incidente y habías arriesgado tu vida por la suya y su causa, lo mínimo que quiso hacer era estar ahí también.

Only A Machine, Connor ⨾ D:BH One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora