CAP 8 : " Cambio de curso"

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Eva

No podía creerlo. Se supone que él debía estar en su casa como consecuencia de sus acciones. Pero no, me lo había encontrado en la escuela y para colmo de males me habia volado de clases con él.

Y para qué?

Para ver el atardecer desde la azotea de la escuela. Debo admitir que eso no lo ví venir, es más, hasta pienso en ¿ Como sabía que quería verlo desde allí? Claro, en insta había hecho una publicación al respecto, quizás lo vió.

Pero ¿ Cómo? Si el no me seguía. Ni siquiera éramos amigos ni yo estaba en su lista de mejores amigos.

¿ Me stalkeaba? ¿Me espiaba? Un sin fin de preguntas rondaban en mi cabeza mientras me estaba cepillando los dientes.

Él me confundía, aveces era comprensivo, otras veces parecía una piña bajo la axila.

Insoportable con sus cambios tan repentinos de comportamiento. Un día se portaba gentil, sin ser tan seco y tan frío, pero al otro, era como ser sin emoción alguna.

Eso sin contar, que las veces que entablabamos una conversación, había más discordancia que cosas en común. Quizás por eso, me resultaba tan molesto. ¡El me hacía enojar!

Sin embargo, sea cual sea la forma en la que supo que quería ver el atardecer desde la azotea me pareció un gesto muy bonito.

Nunca antes había visto uno, y sí, puede que una conversación entre nosotros no fluya tan bien.  Sí, digo nosotros, porque yo hablo hasta por los codos pero al estar con él, tal parece que no tengo tema de conversación.

Extrañamente a su lado, me siento tímida.

Enjuagandome la boca y despidiendme con un beso en la frente de mi papá, de mi mamá y de mi hermano, salí de casa y tomé el bus, que por suerte, paso justo a tiempo.

Esta vez, por primera vez, iba tarde.

***

La maestra de matemáticas estaba sentada en el escritorio pasando lista como de costumbre. Todos estábamos atentos y en completo silencio porque era de esas seños que no repetía dos veces el llamado a lista, si llamaba y no contestabas por andar de distraído te colocaba la falla y no te la quitaba.

Y si faltabas por excusa médica, de igual forma tenías falla.

Era algo injustificable su comportamiento ya que iba en contra de las reglas del manual de convivencia, aún con esto nadie hacía nada al respecto.

Yo hice una vez una queja, por la misma razón, pero lo único que recibí a cambio fue la doble cara de los compañeros al negar todo lo que hacía porque le tenían miedo.

Hay profesores que en vez de trasmitir seguridad, emiten tensión, ansiedad.

La maestra estaba a punto de pronunciar mi nombre pero la voz sutil de la rectora la interrumpió.

—¡Buenos días mis queridos estudiantes! — enunció alegremente teniendo sus manos entrelazadas en su regazo.

—¡Buenos días! —respondimos todos al unisono.

—En el día de he realizado algunos cambios de curso. Por lo que, estudiantes de último año tendran un nuevo compañero.

Mi mirada se cruzó junto con la de Taylor en confusión.

— ¿No eras el último estudiante nuevo? — susurré inclinadome un poco disimuladamente.

—Al parecer, no. — respondió bajo.

—Adelante.—manifestó la rectora.

En la entrada del salón se reflejó el cuerpo definido de un chico con jeans azules y camisa negra.

El amor no acaba con la ruptura de tu primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora