Surprised ♡ KeonJu

02

Después de que Dongju terminara la llamada, luego de haberle dicho que necesitaba verlo y hablar urgentemente con él, y que si podía pasar a buscarlo en el mismo hotel que pasaron el día de su cumpleaños; Keonhee sólo pudo levantarse de su cama e ir a tomar un baño. Sintiendose nervioso y ansioso por lo que el chico quería decirle, claro que tenía las mismas sospechas que el rubio y aunque fuera pesimista, sabía que no había duda de que eso que ambos sospechaban era totalmente real, que enserio estaba pasando. Es que, haber pasado junto a Dongju su cumpleaños, teniendo varios momentos intímos con él y sin protección, era obvio que traería consecuencias. Y en ese momento era en donde se insultaba internamente por no haber sido más cuidadoso. Sus padres iban a matarlo, si no lo hicieron el día domingo que llegó casi a las seis de la tarde, ésta vez si lo
harían.

Pero en este momento lo importante no era eso, claro que temía sobre sus reacciones pero estaba muy seguro de que sus padres nunca lo dejarían solo en una situación como esa. En ese momento lo importante era el chico que estaba sentado junto a él en su auto, con algo escondido entre sus manos.

Dongju lo había saludado y luego le había dicho que condujera hasta un lugar apartado para poder conversar. Le había ofrecido ir a una cafetería pero el menor negó sin dejar de mirar por la ventana, cubriendo su cabeza con el gorro sudadera. Y ahora estaban ahí, justo en el mismo lugar en donde habían estado por primera vez juntos: Keonhee esperando a que Dongju hablara, jugueteando con sus manos en el volante; y Dongju determinando cual sería la mejor forma de empezar.

Entregarle el test que se había hecho en el cuarto de hotel, fue la mejor forma con la que decidió empezar.

Keonhee observó el aparatito en su mano, soltando un suspiro mientras volvía su mirada al chico junto a él. Dongju jugaba con sus manos, con la mirada en la ventana del auto, quizás esperando una respuesta que lo pusiera a llorar sin respiro.

-Dongju -llamó, y notó que sus ojos estaban brillantes por las lágrimas -¿Ya desayunaste? -el pelilila negó,sonriendo levemente, avergonzado -. Te invitaré a desayunar entonces, y hablaremos allí.

Lo más seguro es que Dongju estuviera asustado, o bueno, eso pensaba Keonhee. Porque Dongju tenía el corazón en una mano al pensar en todo lo que sus padres le dirían, en como se encontrarian después de haberse enterado lo que había pasado entre él y Youngjo, en si estarían de su lado o si preferirían creer todo lo que su ex novio les diga. Y aunque le costara admitirlo, sabía que ellos estarían de lado de Youngjo sin importar lo que tuviera que decirle. Porque, bueno, no sería la primera vez que escogen a otra persona por sobre él.

El moreno lo llevó a una cafetería que estaba a las afueras de la ciudad, casi vacía pero un lugar extrañamente pacífico y acogedor. Ambos se sentaron en una de las mesas que se encontraban cerca del ventanal del local, siendo atendidos por una amable señora que parecía ser la dueña del lugar. Keonhee fue el que ordenó lo que ambos desayunarían, y cuando ya estaban tranquilos, sin ninguna interrupción, Dongju decidió hablar:

-Estoy realizando mis prácticas en una pequeña escuela en Busan y el domingo cumplía siete años de novio con alguien, y pensé que sería muy bonito sorprenderlo adelantando mi llegada pero lo encontré encamado, en el departamento que compartimos desde hace cuatro años, con una chica a la que no conozco y que ni quiero conocer -empezó, con la mirada puesta en su comida, notando como Keonhee había dejado de comer para prestarle atención. Decidió continuar-. No he utilizado mi celular por esa razón, porque sé que tiene que estar llamandome para darme una explicación muy estúpida, pero hoy tuve que hacerlo porque tuve síntomas de... ya sabes, y pensé que sería por que no cené anoche pero ya ves -soltó una pequeña risa, mirandolo—. Tenía que llamarte, eres el único con el que estado desde que llegué y... y no tengo a quien más llamar.