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Para Kanghyun, los domingos son considerados sus días de paz y tranquilidad. Porque, una vez que todo
esté organizado en casa, puede ir y
descansar lo que le resta del día. Pero
ese parecía ser un domingo demasiado
extasiante.

La noche anterior, mientras estaba
recostado junto a Yonghoon ya listos
para ir a dormir, él se había quejado
por el dolor en sus pies, diciendo que
se sentía muy cansado y que quería
dormir toda una vida (ahora ya sabemos de donde Keonhee nos salió dramático). La cosa se había puesto interesante cuando Yonghoon le había dicho que él se encargaría del desayuno y que haría todas las actividades que él hacía los domingos en casa, a cambio de que hicieran "algo" esa noche. Y, aunque Kanghyun había dudado un poco, aceptó cuando Yonghoon comenzó a dejar besos en su cuello.

Durmió excelente, cabe decir, pero
levantarse y escuchar todo el ruido en
el piso de abajo, había hecho que toda
la paz que estaba sintiendo se fuera
en un dos por tres. Y ni se diga cuando
llegó al salón, sintió ganas de volver a su habitación y encerrarse hasta que todo se solucionara todo, pero algo le decía que no lo hiciera.

No lo hizo, pero se arrepintió cuando
entró la cocina.

-¿Qué le hiciste a mi cocina, Lee
Yonghoon? —susurró dolorosamente.
Pero Yonghoon estaba más concentrado en el pastel de carne que estaba haciendo, o en el que había hecho y por alguna razón desconocida había explotado, sin escucharlo.

Su mirada fue alrededor de su cocina,
todo el mesón lleno de harina, vegetales
picados y ¿salsa china? El piso, su
hermoso piso que se encargaba de
baldear todos los días para que no
perdiera su brillo, estaba lleno de agua
sucia y algo rojo que parecía ser salsa de tomate. Su nevera estaba abierta y toda desordenada, y la cocina llena de pedazos de pastel de carne.

Yonghoon se giró entonces, sonriendole
avergonzado, y Kanghyun sintió ganas de llorar. Y luego miró hacia el salón, donde sus dos hijos peleaban por alguna razón que él no conocía pero que los tenía demasiado absortos con su discusión.

-¿Q-qué pasó aquí?- Dongju dijo al llegar al final de las escaleras, siendo
escuchado solamente por Kanghyun que lo miró de una forma tan lastimera que sintió algo de pena por él.

Dongju vió como Kanghyun entraba a la cocina y casi se soltó a reír cuando de esta salió Yonghoon, todo cubierto de harina y salsas. El hombre le sonrió cuando pasó por su lado para ir a la habitación y luego escuchó a Kanghyun comenzar a renegar por su preciada cocina. Al entrar al salón, Goeun y Seoho peleaban a gritos, al parecer, por el baño. Resulta que tienen que utilizar el baño que está al final del pasillo porque el baño del cuarto de Goeun está en reparación y el cuarto de Seoho aún no cuenta con uno. Lo que da como resultado muchas peleas matutinas por quién usa el baño primero. Dongmyeong parecía no haber despertado aún, y es mucho mejor porque probablemente estuviera gritando también. Estresando a Kanghyun mucho más de lo que ya estaba.

Suspiró mientras pasaba por el otro
costado de la sala para ir a sentarse a uno de los sillones.

Keonhee aún no despertaba y no lo
culpaba, la noche anterior ninguno
de los dos habían podido dormir por
culpa de los calambres que le daban
en su gran barriga. Dongju por lo
horrible que se sentía y Keonhee por no dejarlo solo con todo ese sufrimiento.
Caminó durante un buen rato en la
habitación y cuando sintió que ya no
podrían darle, se sentó en la cama con
la espalda contra el respaldar. Y por el
miedo a que le volvieran los calambres,
se quedó sentado y despierto por el
resto de la noche, y Keonhee no tuvo el
corazón cómo para dejarlo solo y ponerse a dormir. Por lo que había permanecido junto a él, abrazandolo y acariciandole la barriga hasta que al menos lograra tener una siesta.

Surprised ♡ KeonJuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora