uno

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“Estoy aquí”, escribí en el chat del grupo de chicas.

“Vamos a tomar un poco de tiempo :) lo siento”, suspiré. Ni siquiera estaba pensando en contestar, me dijeron que estuviera aquí a las seis, ¿por qué llegarían tarde?

Está empezando a llover y a llegarme el arrepentimiento por plancharme el cabello. Empecé a caminar, buscando una cafetería o algo donde pueda quedarme hasta que lleguen mis amigas.

Di unos pasos y al otro lado de la calle vi algo así como un museo y no lo pensé dos veces, solo llegué allí. Justo en frente había un letrero que decía "Museo Victoria and Albert", me pareció suficiente.

Entré, no cobraban entrada así que pasé directamente y me puse los auriculares. Era un lugar agradable, un museo de arte.

Vi cada obra de arte mientras miraba la hora, 7:26. ¡Estupendo! Hora y media tarde.

Decidí que quería hacer una pausa, vi una gran ventana y me dirigí hacia ella, para escuchar música y esperar.

Volví la cabeza hacia una voz. Me quité un auricular.

—¿Lo siento? — dije al chico mirándome con una sonrisa.

Él rió.

—Dije "me gusta tu collar".

—¡Oh, gracias! Era de mi mamá — respondí con una sonrisa y un poco de vergüenza.

—Genial, ¿de dónde lo sacó?

—La verdad es que ni idea. Probablemente algún lugar en Argentina, nunca le pregunté.

—Oh, creí tontamente que podría conseguirlo en algún lugar por aquí — se rió de nuevo, mirando a su lado.

—Lamento decepcionarte.

Hizo un gesto haciéndome creer que todo estaba bien.

—Soy Kit, ¿cómo te llamas? — extendió su mano para estrechar la mía.

Extendí la mía, nunca antes había saludado así en mi vida.

—Julieta.

—¿Julieta? — preguntó, escuchando atentamente la forma en que lo decía. —¿De dónde es?

—No estoy segura, pero soy de Argentina, probablemente por eso suena raro.

— No es raro, como Juliette, pero — hizo una pausa— diferente, ¿por qué estás en Londres?

Me reí y asentí.

—Llegué hace unas semanas. Pronto comenzaré la universidad, me quedaré un año, practicaré mi inglés y luego regresaré a casa.

—Eso es increíble. Quise hacer un intercambio a España cuando estaba en la escuela secundaria, pero era un verdadero inútil en lo que respecta al español.

Me reí mucho esta vez y él también.

—Yo era igual pero para el inglés, lo odiaba tanto cuando estaba en la escuela primaria que ni siquiera sé cómo mis calificaciones no fueron tan malas. Y entonces aprendí a amarlo al final.

—Tal vez aún pueda tener la oportunidad de hacerlo — se podía escuchar la incredulidad en su voz, me hizo sonreír —¿Que estas escuchando? — señaló mi teléfono en mi mano.

No necesitaba desbloquearlo para decir el nombre correcto de la canción.

—"Rhiannon" de Fleetwood Mac. ¿La conoces?

Entrecerró los ojos mirando a su alrededor como si estuviera buscando algo y luego comenzó a tararear la canción.

—¡Sí! —Dije en medio de una risa.

Londres; Kit ConnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora