S.O.S. Blood-sucker!

S.1.S

22:49

Una figura humana nace de la sombra, un cuadro negro se apodera de la pantalla, la calidad de imagen y el sonido no son los mejores. Una mujer duerme plácidamente en su alcoba monocromática y de aspecto granulado que no permite distinguir muy bien sus facciones.

El piso rechina y ella se despierta, una silueta oscura ocupa el vano del ventanal, su mirada enfoca un par de ojos diabólicos que la acechan y pega un estruendoso grito del susto.

"¡AAAH!"
Drrrr

*Ki-hyung*
—Hyung... e-estoy un poco ocupado ahora-

Miró a su alrededor, estaba rodeado de cds y un montón de cintas de películas viejas esparcidas sobre su cama y en todos lados.

—¿Tengo que ir?

Kihyun había llevado a un par de amigos a una fiesta, Changkyun pensaba que con ese par sería suficiente y había planeado una maratón de películas para él sólo aquella noche. No pudo haber estado más equivocado.

Suspiró con todo el desgano y dolor del mundo, escuchando un "exagerado" en respuesta del otro extremo del auricular.

—Hyung, ya es muy tarde, ¿acaso quieres que ponga en peligro mi integridad física y-?... ¡Bien! Bien. Llego en cuarenta.

Susurró un último "bye" antes de colgar y levantarse de su cama a regañadientes, se quejó, sonidos ininteligibles producidos por su garganta y amortiguados por el sello en sus labios.

Caminó encorvado hacia su guardarropa, no importaba adónde fuera o las pocas ganas que tuviera de salir, siempre trataba de verse bien, o al menos presentable. Podía lucir un aspecto descuidado en ocasiones, cuando tenía planes solo, pero cuando se trataba de salir acompañado le dedicaba un tiempo extra a su cuidado personal.

Vistiendo un suéter con los colores primarios, unos jeans apretados y oscuros, pintó sus uñas de negro y ordenó su cabellera rubia, tomándose un par de minutos por demás mirándose al espejo. En unos veinte minutos ya estaba listo para salir.

Con suerte logró que un taxi lo llevara hasta su punto de encuentro. Un club de no tan mal aspecto, enmarcado con luces de neón y cosas por el estilo, nada atrayente. La música, un compás llano que retumbaba y hacía eco en cada calle y callejón cercanos.

Habría deseado volver en sus pasos y pedirle al taxista que lo llevara de vuelta a su casa, pero no podía defraudar a su hyung.

Lo llamó por teléfono y trató de localizarlo en medio de la multitud y falló.

Bufó cansado, tal vez podría volver a su casa y decirle a su hyung que llegó al lugar y no pudo encontrarlo, no estaría mintiendo después de todo.

Más, cuando giró en sus talones dispuesto a dar la media vuelta, se topó con el rostro sonriente de su mejor (y único) amigo y su peor pesadilla.

—Kihyun, hola.

Alargó la "a" innecesariamente y se forzó a sonreír, aunque en el fondo quería que alguien lo golpeara y dejara inconsciente en el suelo para no tener que estar ahí.

—Ya decía yo que no vendrías, ¿verdad, Shownu?

—Hola, Changkyun.

Lo saludó el nombrado, con un Kihyun enganchado a su brazo.

Changkyun sólo le dedicó un leve saludo con la cabeza, sus labios apretados en una sonrisa algo incómoda. No es que tuviera algo en contra de Shownu, por el contrario, pasaba la mayor parte del tiempo fuera de la universidad con Kihyun y se lo agradecía, a veces su hyung solía ser algo pesado.