S7S

25 4 22
                                    

Si había algo que a Changkyun le apasionaba realmente, era el cine. Por eso mismo ahora se encontraba en tercer semestre de teatro y tenía un montón de películas viejas que él cuidaba como a un tesoro de millones. Cuando miraba una película, no importaba si ya la había visto antes ni cuantas veces, no desprendía la vista de la pantalla, en especial si se trataba de una película de terror o de vampiros.

Pero esta vez, esta vez era diferente. Se sentía casi como un acosador, mirando al chico Lee casi tanto como parpadeaba.

Y no, no, no, nadie podía juzgarlo.

¡Cuantas veces podías tener a un vampiro de verdad sentado justo frente a ti en la vida real!

Aunque, mientras más lo miraba cada vez estaba más convencido de que tal vez en realidad los vampiros no eran la gran cosa, al menos no como los retrataban en las películas. Jooheon parecía un chico cualquiera, actuaba... normal. Casi.

—Oye, estás mirándome mucho.

Changkyun sintió sus mejillas arder y sólo lo ignoró, concentrándose en la película, con la mirada firme en la pantalla, no era bueno disimulando.

Más tarde tampoco pasó nada raro, sólo que Jooheon le había robado el bol de palomitas y eso encendió su llama de ira interna. No tenía sentido. Para empezar ¿Por qué un vampiro come palomitas? Aunque también recordó haberlo visto tomarse un café un par de veces en el instituto.

Iba a volverse loco. Si Jooheon de verdad resultaba ser un vampiro y no sólo un rarito que intentó morderlo en una fiesta estando medio borracho, sería histórico, pero no sería lo que esperaba. Podría filmar un documental con él, pero nadie se lo creería. Sería... Aburrido. Ese día el cine habrá muerto.

Fue por eso que eligió justamente esa película, pensó qué tal vez si ejercía algo de presión indirecta, el vampiro se expondría solo.

Y a medida que pasaban los minutos, su plan pareció comenzar a funcionar. El moreno se mostraba cada vez más inquieto, nervioso, como si supiera que iban a descubrir su secreto. El cazador ahora era la presa.

"Así te quería agarrar"

Changkyun lo miró temblar y tomar una manta de su costado, cubriéndose entero hasta la cabeza antes de acercársele.

—¿Por qué te gustan estas películas?

—No sé, sólo me gustan y ya.

Sintió a Jooheon acercarse más aún, al nivel de pegar sus costados, haciéndole sentir algo inquieto.

—¿Qué ocurre?

—¿De qué hablas?

El vampiro atacó. Changkyun se sorprendió cuando el moreno se aferró fuertemente a su brazo, como si su vida dependiera de ello. Lo miro con extrañeza, aún así, no pudo evitar que un ápice de ternura se filtrara entre sus emociones al verlo así, todo nervioso y cubierto por mantas hasta la cabeza.

El moreno sólo se levantó y desapareció de su vista repentinamente. Tal vez lo presiono demasiado.

Lo buscó con la mirada, pero el hombre parecía haber dejado la sala, no lo encontraba por ningún lado. Como ya no se encontraba en su rango de visión, decidió concentrarse en la película nuevamente.

Por muy distraído que estuviese, se sabía de memoria cada escena, cada detalle de la película, sabía que estaba cerca el momento en que la protagonista, armada con nada más que una pantufla y una lámpara a gas, encontraba al vampiro tomando como tentempié a su novio en la cocina en plena madrugada.

La mujer, descalza y vestida con un camisón ridículamente grande, bajó las escaleras hacia la primera planta en medio de la oscuridad, tratando de mirar al rededor, alertada por unos sonidos extraños provenientes de la cocina. A medida que se iba acercando a la habitación cerrada, el volumen de la música de suspenso iba incrementando de volumen.

S.O.S. Blood-sucker! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora