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Ford no tenía claro si tenía que prepararle el desayuno al chico. El nunca había tratado con niños, no sabía que debía o no hacer.

Se sintió mucho más aliviado cuando vió a Dipper haciendo todo por el mismo, pero se volvió a preocupar cuando se dió cuenta de que el muchacho estaba preparando un desayuno para dos personas.

¿Acaso el chico le estaba preparando el desayuno a el? ¿Acaso ese pequeño niño comía tanto?

—¿Por qué preparas tanto? ¿Tan hambriento estás?— cuestionó.

Por su parte, Dipper, el no estaba haciendo eso por algo tan simple como el hambre, era simple costumbre. Era su día a día prepararle el desayuno a su gemela.

—No... Eh... Esto es para Mabel...— una risa amarga salió de su boca. Pensó que ya no había necesidad para hacer eso, lo había preparado por error, pero tomaría ventaja de aquello —Se muy bien que no me perdonará con algo tan simple como esto... Pero, siempre le preparo el desayuno, si paro ahora parecerá que le guardo rencor. Jamás haría algo así, es... Es mi hermana.

El ningún momento miro su tío a los ojos, la mentira sería descubierta si hacía contacto visual con su tío, pues estaba más que claro que nada de eso era verdad.

Seguramente se derrumbaría si llegaba a ver la mirada de compasión que su tío le brindaba.

No podía.

No podía derrumbarse, le costaría la vida, la de sus amigos, familiares, conocidos, desconocidos. Inocentes.

El era un completo idiota que pensaba que todo aquello de alguna forma era su culpa. Claro que su hermana tenía una gran responsabilidad en aquello, pero el no se libraba.

Siempre ha sido inseguro. Siempre disculpandose cuando no había culpa.

Y bueno, que se puede esperar. Es solo un niño.

—Ya veo...— suspiró su tío comprensivo. Aún que en realidad no lo comprendía, y quizás nunca lo haría —Eres maduro, niño. Puede que haya tenido una mala impresión tuya con lo de hace poco. Pero se nota que sabes reconocer tus errores, y eso es algo muy difícil de ver a tu edad.

Su discurso seguía y seguía. A Dipper le hubiese llegado al corazón sino fuese por el hecho de que todo era mentira. El no había cometido ningún error. O quizás si, pero ninguno que admitiría, disculparía ni mucho menos se redimiría.

Ni siquiera estaba seguro de la veracidad de las palabras de su mismo tío. Podría ser inteligente, podría verse maduro, pero no lo era del todo. Ese pleito con su hermano nunca fue superado. Años pasaron, y el rencor seguía allí, carcomiendolo, tanto a él como a su hermano. Intoxicandolos.

—...Y bueno, lo mejor será que deje de hablar y comamos de una buena vez — eso le pareció lo más inteligente dicho de su tío hasta el momento.

Se sentaron y desayunaron. Dipper intentó no parecer desesperado, lo cual no logró, pero su tío no lo notó en lo absoluto. Su cero experiencia con los niños lo hacía pensar que eso era completamente normal, pues, su hermano gemelo desayunaba así todas las mañanas a su edad. Así que esa "desesperación" era completamente normal, tan normal que no era desesperación, era solamente comer.

——
Si hay faltas de ortografía es porq tengo los dedos congelados lpm q frío.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2022 ⏰

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