~Sweet Cherry~ [JotaKak] (HAITUS)

🍒 Entrevista de trabajo

Era raro pensar que alguien le pagaría solo por su presencia o por el hecho de conocerse, como tal no era obligado -ya que fin al cabo él aceptó que fuera así- pero no quería que esta clase de "convivencia" fuera escalando al punto de convertirse en la puta personal de aquel riquillo. En cuanto quisiera proponerle otro tipo de tratos, lo mandaría mucho al carajo; lo que si sabía es que no era peor que su abusivo jefe, cosa que le daba paz al estar con él.

Durante los siguientes días trabajó los turnos que normalmente le tocarían, sin la necesidad de duplicar sus horas de trabajo bailando en el bar, algo que no puso muy contento a su jefe, pero la beneficiaba en poder centrarse en sus estudios. Andaba un poco atrasado en sus materias, pero nada que no se pudiera arreglar.

Otra cosa que sucedió, es la desaparición de cierto pelinegro; no tuvo contacto alguno desde ese día que salieron acordar su trato. No hubo llamadas, ni mensajes; absolutamente nada. Asumiendo que verdaderamente era un hombre muy ocupado con sus negocios. Creyó que lo bombardearía con mensajes insistentes para verlo, como si fuera una especie de acosador; nuevamente estuvo equivocado con la perspectiva que tenía de él.

Supuso que en algún punto le llamaría...

Los días siguieron pasando con la normalidad de su rutina, entre el trabajo y su escuela; pero extrañamente siempre estuvo al tanto de su celular, como si esperara a que llegara el susodicho mensaje de Jotaro. Admitía sentirse un tanto impacientando al ver la inactividad; en ocasiones se reprochaba a si mismo por desear la atención del pelinegro.

Al final no hubo mensaje por parte del mayor, fue ahí donde Kakyoin creyó que le habían visto la cara con ese supuesto "trato". Cuando estaba apunto de borrar el contacto del pelinegro y como si hubiera escuchado sus pensamientos, ese mensaje llegó:

Hola. ¿Cómo has estado?

No pudo evitar sentirse sumamente nervioso ante lo repentino que fue.

Creí que te habías ido y me viste la cara de idiota con nuestro trato

Fue franco, pero sin parecer interesado en su presencia; obviamente esto era falso.

Lo siento, pero estos días estuve ocupado.
¿Qué tal si nos vemos? Puedo recompensarte el tiempo que te deje esperando

¿Esperándolo? ¿Que se creía? En verdad este sujeto era lo suficientemente engreído cómo para sentirse tan importante

Ajá, si claro

No te preocupes, no te volveré a dejar

Se sintió un poco avergonzado con la declaración del mayor, como si este le estuviera haciendo una promesa. No sabía por qué, pero eso lo hacía sentir bien.

Ambos acordaron verse al día siguiente en un lugar distinto al de la última vez, irían a almorzar a un restaurante; aprovechando que ambos tenían ese tiempo libre.