Kit había encontrado en ella todo lo que jamás supo que necesitaba, era su hogar, su lugar seguro, era el amor de su vida. Lamentablemente no todo cuento de hadas tiene un final feliz.
- El sonido de la lluvia me hace sentir seguro... Siempre me re...
El pelirrojo se encontraba parado justo detrás de Leah recargado en el respaldo de la silla de madera pintada de blanco mientas la familia de su novia le cantaba "feliz cumpleaños" recién cumplía sus dieciocho años y no podía estar más feliz de poder celebrar otro cumpleaños junto con su familia y su novio, este era el segundo año que pasaban juntos en su cumpleaños y ambos esperaban que fuera así siempre.
Cuando la canción terminó todos aplaudieron fuertemente, la joven mostró una enorme sonrisa mostrando su dentadura y un par de hoyuelos en sus mejillas.
- Pide un deseo cariño - le dijo su madre con una enorme sonrisa mientras la filmaba, esta se acercó al pastel de chocolate y sopló las velas con fuerza apagandolas de una - Enciendan la luz, Kit acércate para que les tome una foto - pidió, este se acercó más a su novia, la abrazó por los hombros y sonrió ampliamente a la cámara - ¡Listo! - Leah le dedicó una sonrisa al chico y se levantó de la silla
- Gracias por hacer de este otro cumpleaños maravilloso - le dijo y besó su mejilla a lo que él la abrazó con fuerza y besó su cabeza
- No tienes nada que agradecer, voy a estar siempre para ti Lee - le dijo, el hermano mayor de Leah se aclaró la garganta haciendo que estos se separasen con las mejillas rojas de la vergüenza y se burló de ellos
- Muevanse tortolos, vamos a partir el pastel - ordenó con semblante relajado y tomó el cuchillo junto al pastel para después hacer un círculo en el medio
- Mamá, ¿Podemos ir arriba? Kit me regaló un tocadiscos y quiero probarlo - pidió la pelinegra a su madre y está enarcó una ceja - Anda.. Es mi cumpleaños - pidió con las manos en forma de rezo
- Puedes probarlo aquí, creo que a todos les gustaría escucharlo - sugirió la mujer a lo que su hija le hizo mala cara - Bien, pero quiero la puerta abierta, o tu padre se va a molestar, no queremos que castre a Kit, ¿O si? - le preguntó al chico quien negó con nerviosismo
- Por supuesto que no señora - está asintió
- Bien, ya oíste ¡Quiero la puerta abierta! - ordenó mientras iban de camino a la habitación de la chica, una vez arriba esta abrió la segunda puerta a la izquierda y lo dejó entrar
- No vamos a dejarla abierta, no podremos escuchar la música con todo el ruido de abajo - se encogió de hombros - No puedo creer que me hayas comprado Folklore y 1989... Eres el mejor novio del mundo, ¿Lo sabías? - le dijo sacando el segundo de su empaque mientras el la ayuda a colocar el tocadiscos color rojo en su repisa color blanco
