Kit había encontrado en ella todo lo que jamás supo que necesitaba, era su hogar, su lugar seguro, era el amor de su vida. Lamentablemente no todo cuento de hadas tiene un final feliz.
- El sonido de la lluvia me hace sentir seguro... Siempre me re...
— Todo estará bien Leah... — repetía mientras sostenía con fuerza a la joven quien lloraba sobre la tasa de baño sentada en el suelo — Suéltalo todo —
Después de año nuevo y las primeras dos semanas de enero la salud de la chica habían empeorado gradualmente, cada día empeoraba un poco más tenía unas migrañas insoportables, sangrados y vómitos recurrentes, estuvo internada durante dos semanas cuando comenzó febrero y las quimios tenían menor efecto cada vez más. Habían sido semanas realmente difíciles para su familia, Kit y sobretodo para ella, cada día hacerla levantarse de la cama era un logro puesto que a veces la depresión y el dolor corporal no la dejaban seguir adelante, pero lo intentaba, hacia todo lo que podía al igual que quienes estaban allí para ella.
— Ya no quiero esto.. — repitió mientras ahogaba un quejido de dolor — Estoy cansada — le dijo sin poder mirarlo, no solo se encontraba cansada físicamente sino también emocional y mentalmente, volvió a vomitar mientras el pelirrojo le acariciaba la espalda, se limpió la boca con un trozo de papel y éste la ayudó a levantarse, y se enjuagó la boca
— ¿Estás mejor? — preguntó a lo que se encogió de hombros
— Siento que va a estallarme la cabeza — admitió sentándose en la cama — Sé que no quieres escuchar esto... Pero te diré lo mismo que a mis padres porque quiero que estés preparado para cualquier cosa que pueda ocurrir — Kit la miró con el ceño fruncido y ella se cubrió los ojos con las manos — No creo poder aguantar mucho tiempo Kit... Ya no quiero — admitió y el chico quien la miraba de pie frente a ella se sentó de rodillas frente a ella y la abrazó con fuerza mientras sentía su corazón romperse en dos — Quisiera estar siempre contigo, pero no puedo sé que no.. Y mi cuerpo no resistirá más los tratamientos cada día se sienten peor... y lo... Lo siento, de verdad lo siento, perdóname por favor — pidió con lágrimas en los ojos
— Todo estará bien cielo... No tienes nada de que disculparte, sé lo duró que ha sido todo esto y entiendo, entiendo que quieras irte y si es lo que quieres está bien... Estaremos bien, mereces estar bien Leah— le dijo aferrándose a ella y la miró a los ojos — Estaré aquí contigo siempre, sin importar que, ¿Entiendes? Hasta el último momento — ella asintió y besó su cabeza
— Tú eres la razón por la que sigo aquí Kit, has hecho de todo esto mío veces más tolerable y a pesar de todo lo malo he sido feliz, lo sabes ¿Cierto? — el asintió y la miró — Todo estará bien mi cielo — le dijo sin soltarlo — Ven aquí, veamos una película o algo — pidió a lo que el se levantó con la cara roja y ella le sonrió — Gracias — le dijo y el intentó sonreírle — Faltan ocho día para tu cumpleaños — informó al chico quien asintió una vez que se encontraba recostado a su lado — ¿Qué quieres de regalo? — preguntó mirándolo fijamente
