Kit había encontrado en ella todo lo que jamás supo que necesitaba, era su hogar, su lugar seguro, era el amor de su vida. Lamentablemente no todo cuento de hadas tiene un final feliz.
- El sonido de la lluvia me hace sentir seguro... Siempre me re...
Kit despertó más temprano de costumbre, tomó el almuerzo con su madre, se dio una ducha y se puso su ropa más elegante y después de hacer un sondeo por mensajes con los hermanos de su novia fue directo al centro comercial donde hizo un par de compras que sabía que harían sonreír a Leah o al menos la harían reír y compró una bolsa de regalo color lila con margaritas y tulipanes y compró un moño color rosado para decorar la bolsa. Llegó al hospital a las doce en punto, una hora antes de que dieran de alta a su novia y saludó a los padres de la chica, pidió permiso para entrar a verla y sus padres accedieron sin dudarlo después de desinfectarlo.
- Buenos días princesa - saludó una vez adentro, Leah se encontraba sentada recostada en la cama mientras si hermana le sostenía un espejo para que está pudiera maquillarse
- Buenos días cielo - le saludó mirándolo fijamente y bajó su mirada hasta la bolsa que sostenía en sus manos a lo que frunció el ceño - ¿Por qué gastas tu dinero en mi? Sabes que odio que hagas eso - le regañó
- No me importa y lo sabes, además creo que es algo que va a gustarte - afirmó
- Iré a fuera chicos, para que charlen - indicó Alison y salió de la habitación, Kit se acercó a ella y se sentó en la cama
- ¿Te gusta mi nuevo diseño de ceja? Después de casi cinco meses comienza a salirme bien - comentó moviendo las cejas de arriba a abajo lo que le causó gracia al chico
- Creo que te ves hermosa - le dijo colocando su mano sobre la de ella
- Dices eso porque eres mi novio y estás obligado a decirlo - se encogió de hombros
- Soy tú novio porque eres la persona más hermosa que haya conocido por dentro y por fuera y nada cambiará eso Leah - esta cerró los ojos con tranquilidad y le dio una media sonrisa - Ahora si, esto es para ti... Sé que te encantará porque siempre dijiste que querías parecerte a mi - comentó sonriendo, ella lo miró intrigada y tomó la bolsa, cuando asomó su cara por el hueco de la bolsa soltó un pequeño grito de emoción y comenzó a reírse
- ¡Dios mío! - lo miró con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos brillosos de la emoción y sacó el objeto de la bolsa para verlo mejor - Siempre quise ser pelirroja como tú - admitió mostrándole la peluca color cobrizo ondulada y con fleco y sonrió de nuevo - Es preciosa Kit... Gracias - le dijo - Tengo una negra muy larga, una rubia corta y lacia, una rosa que me hace sentir como Pinkie Pie y una café con flequillo, pero esta sin duda es mi preferida... Ahora podemos ser Fred y George Weasley, por cierto yo pido ser Fred, tu eres más dulce como George... - Kit rió levemente
