A la mañana siguiente se dio un baño, optando por un pantalón palazzo negro, una camisa blanca sin mangas escotada en V, un cinturón negro que acentuaba su figura y unos stilettos del mismo color.
Se puso un par de anillos de oro, y un maquillaje ligero. Salió de la casa a medio día.
La hora que habían establecido para el encuentro fue la una de la tarde, en la cafetería que ella solía frecuentar desde que había llegado a Japón.
Llegó y repasó mentalmente lo que quería transmitirle a Yuko.
«Durante le festival deportivo dejé clara mi opinión sobre las particularidades... ¿Debería excavar más?»
–Umm... ¿Señorita Palmieri?
Una voz suave la sacó de sus pensamientos. Giró la mirada hacia arriba de su celular -que usaba para que la gente que se giraba a verla pensara que estaba ensimismada en el aparato y no en sus pensamientos-, y se encontró con una chica joven de mirada insegura.
Sonrió– ¿Yuko Ozawa?
Ella asintió– ¡Es un placer conocerla en persona! No sabe cuanto tiempo pasé releyendo los mensajes, no creía que en verdad fuera a venir
Antonella le hizo una seña con la cabeza para que se sentara frente a ella, y escuchó todo el balbuceo nervioso de la reportera.
«Hacía mucho que no lidiaba con un reportero nervioso» Pensó divertida, viendo como Yuko jugaba con sus dedos.
–¿Qué te parece si ordenamos, y así podemos pasar a la entrevista?
Yuko asintió efusivamente con la cabeza.
–No voy a morderte– Bromeó, intentando que la chica frente a ella se relajara
La Ozawa rió y se sonrojó– Ah, lo siento, es que es la primera exclusiva que tengo como reportera
Antonella recargó la barbilla en su palma– Entonces Japón no sabe elegir bien a sus cartas fuertes
Ella la miró a los ojos– Señorita Palmieri-
–Llámame Antonella
–Señorita Antonella, quiero ser directa con usted. ¿Por qué me eligió? Pudo darle la nota a una cadena televisiva grande, pero aún así no lo hizo
La rubia dejó caer su sonrisa por primera vez, viendo a los ojos a la chica azabache.
–Yuko Ozawa, 28 años, graduada de una universidad común y corriente como Licenciada en Comunicaciones. Tus trabajos no pasan de artículos que uno ve en su celular cuando no tiene nada más que hacer o cuando esperas a alguien
Ella agachó la cabeza escuchando todo lo que Antonella decía.
–Alguien que intenta escalar, pero el mundo parece estar en contra de todos los que no encajan en sus estándares. ¿Te suena familiar?
Yuko alzó la mirada, viendo a Antonella a los ojos por primera vez, a través de los cristales rectangulares de sus anteojos.
–¿Entonces soy eso? ¿Un caso de caridad para demostrar un punto?
Antonella dejó de apoyarse en su mano para acomodarse en su asiento.
–¿Y qué si lo eres? ¿Me odiarás? ¿Rechazarás la propuesta de subir más alto que todas las cadenas de Japón, y publicarás una nota que nadie leerá sobre la persona que soy en realidad?
La Ozawa apretó los labios, pero su mirada cambió.
–Toda mi vida he deseado ser reportera. Hice todo lo que estuvo a mi alcance, me gradué de una universidad común y corriente, con el constante recordatorio de que mi camino sería más difícil que todos los demás solo por no tener conexiones, y aún así lo intenté. Pero mi esfuerzo no llegó a nada.
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Quaintrelle [BNHAxOc]
Fiksi PenggemarNi en los más incoherentes sueños de la comunidad nipona pasó la idea de que el Símbolo de la Paz tuviese desendencia. Todos creían que era alguien que se haría responsable y entrenaría a su hijo si tuviera uno, pero la realidad era distinta. O en...