No sé cómo no se me había ocurrido antes, a gabo siempre le han gustado los juguetes que hacemos, entonces por qué no terminar algunos con él. La doctora me dijo que era muy buena idea, siempre y cuando no utilizara pinturas a base de aceite.
--Hola mi vida ¿Cómo te sientes?-- dejé mis cosas sobre la silla y abracé a Gabriel.
--Hola, como siempre: aburrido, cansado y ahora adolorido--
--¿Desde cuándo sientes dolor y dónde?--
--Desde que me desperté hace un momento, aquí arriba-- me señaló en los omóplatos, quizás sea por estar tanto tiempo en cama, pero es mejor asegurarse.
--Ya vuelvo cariño, no tardo, ve escogiendo una figura para que la terminemos juntos-- fui a buscar a la doctora Mondragón a su consultorio, pero no estaba. Mejor que Linette la localice y así no tardar más.
--Ya la ubiqué, en un momento estará aquí--
--¿Para qué soy buena?-- tan pronto llegué noté que era Ariel quien estaba con Linette, --¿sucede algo con gabo?--
--Acabo de llegar y me ha dicho que le duelen los omóplatos--
--Vamos a ver de qué se trata--
En el camino me detuvo una niña que se encuentra tres habitaciones antes de la de Gabriel, me agaché a saludarla con un abrazo y la dejé con la promesa de que más tarde regresaría a visitarla. Al llegar Ariel interpuso su brazo para detenerme, se quedó mirando en silencio como gabo jugaba con uno de los juguetes de madera que ella había traído,--hacía mucho que no lo veía jugar--. Bajó su brazo y sujetó mi mano con fuerza, le regresé el gesto y terminé de entrar trayéndola conmigo.
--Hola Gabriel ¿Cómo te sientes?--
--¿Ya no soy tu Jedi?-- apenas me sonrió y su mirada era un poco pícara, es la primera vez que se juega conmigo.
--Siempre lo serás, mientras te mantengas firme para el duelo-- le di un guiño y sonreí, --me dice tu mamá que te duele por acá-- toqué suavemente donde me indicó Ariel.
--Sí, aunque se me ha pasado un poco--
--Puedo hacerte sentir mejor, si me permites darte un masaje-- volteó a ver su mamá y ella con un ademán le mostró que era su decisión.
--Sí por favor--
--Bien, voy a descubrirte la espalda y untaré un poco de crema mentolada para que te relajes y mis manos se deslicen mejor-- saqué un pequeño tubo de crema y comencé a masajearlo poco a poco.
--¿Siempre lo presionas marcando un círculo?-- es mejor que aprenda para poder hacerlo yo en otras ocasiones.
--Sí, es la forma más rápida de aflojar los músculos. Puedes calcular dos minutos para cada movimiento, intenta seguirme-- seguí masajeando con una sola mano para que ella cubriera el otro lado y me imitara.
Al terminar cerré la bata del niño y me acerqué al frente para ver sus juguetes, --¿Dónde consiguieron tantos juguetes de madera? Se ven lindos--
--Mi mamá y mi abuelo los hacen-- era evidente que eso lo llenaba de orgullo.
--Recuerdas que te conté sobre la juguetería de mi padre, además de vender los juguetes comerciales, hace los suyos propios con madera y otros materiales-- le pasé un tren con alas de jet que parecía una máquina futurista, --nada convencionales, siempre tienen algo diferente y único--
--Eso los hace mejores-- sonrió divertida a mi comentario, parecía una niña al recibir un cumplido.
--Si quieres puedes ayudarnos, estos hay que decorarlos; tenemos stickers, pinturas y aplicaciones de metal-- gabo me mostró los diferentes materiales y continuó con lo suyo.
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Pídeme un deseo
RomanceAriel tenía todo en la vida para ser feliz, una familia unida, una profesión que la apasionaba, un hijo que es la luz de sus ojos y una buena posición económica, pero no todo es tan suave en su vida, y es que esta transcurre gran parte en un hospita...