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Las luces de la ciudad alumbraban la noche. Los autos llenaban las calles y las personas disfrutaban el comienzo del fin de semana. Saiko Nishimura conducía a su hogar, cansada por el trabajo. Le encantaba lo que hacía, pero eso no quitaba lo agotada que salía todos los días de la agencia. Y por eso mismo agradecía que cuando llegaba a su casa tenía a dos personas esperando por ella para darle amor y cariño. Todavía recordaba el comienzo de esa relación tan única. Al principio ella solo estaba con su primer novio: Katsuki Bakugo. Ellos habían empezado como una pareja normal, que aunque no eran de mente cerrada, no compartían con nadie más su espacio íntimo.
Pero cuando fue pasando el tiempo, notaron como la amistad que ellos tenían con Eijirou Kirishima se iba torciendo de una manera diferente a como una simple relación de amigos. Primero eran charlas en donde los tres compartían sus más profundos deseos sexuales con una copa de vino de por medio. Luego Katsuki y Saiko compartían experiencias de ellos en la cama, provocándole en varias ocasiones sensaciones bastante fuertes a Kirishima. Ellos lo notaban, notaban como su amigo pelirrojo se "emocionaba" de más y trataba de taparlo con cojines en su entrepierna, pero su sonrojo y sonrisa entre apenada y traviesa lo delataban.
Pero lo más curioso era que a la pareja no le molestaba, de hecho, le encantaba. Se encendían cada vez que pensaban en que Kirishima fuera parte de sus juegos sexuales. Muchas veces Katsuki le relataba a Saiko cómo sería que ellos dos la follaran y eso provocaba que ella tuviera orgasmos intensos, en donde se le hacía imposible no gritar lo mucho que le gustaba todo eso. Así que con el pasar del tiempo, ellos invitaron a Kirishima a que se uniera a ellos una noche, llamándolo como "un trío casual". El pelirrojo acepto, le fascinaba la idea de compartir con esa pareja que lo volvían loco. No solo era Katsuki, también le encantaba Saiko. Ambos tenían una personalidad fuerte, pero de formas diferentes y eso se le hacía muy interesante a Kirishima, pero poco a poco, esa curiosidad se convirtió en algo más.
