No es una cita

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PROMPT DAY 3: MUTUAL PINING (ANHELO MUTUO)


Era una cita.

¿Era una cita?

Sí, sí; estaba segura de que era una cita.

Pero... ¿una cita-cita o... una citilla de nada...?

No, definitivamente no era una cita.

Por más vueltas que le daba de ninguna manera podía serlo, pero desde luego, no le gustaba pensar que llevaba planificando su ropa, acicalándose y hasta preparando expresiones y posibles respuestas ante otras también posibles preguntas para algo que, definitivamente, no se trataba de una cita.

La realidad es que Caitlyn todavía no se explicaba cómo habían acabado quedando de aquella manera, el por qué ambas se habían tomado en serio lo de salir a dar un paseo y, sobre todo, ¿a cuento de qué necesitaban verse una tarde del único día libre que tenían cuando debían soportarse mañana, tarde e incluso noche si les tocaba la guardia activa y patrulla. Ahora que Vi formaba parte de su escuadrón personal —del de la recién ascendida Sheriff— ambas estaban más unidas que nunca, se veían mucho más y hasta habían empezado a compartir despacho. Mirándolo por ese lado... ¿cuál era la excusa entonces para aquella quedada? Desde luego, el típico "necesitamos ponernos al día" se desmoronaba a trozos; ¿podrían dejarlo en algo como "nos vendrá bien desconectar"? Sí, algo así; esas chorradas que tanto le gusta utilizar en especial al funcionariado de seguridad de Piltover cuando les toca vigilar dos esquinas problemáticas de más en una misma semana. Ese tipo de actitudes no tendrían cabida en Zaun o, al menos, eso solía asegurar Vi en voz alta cada vez que escuchaba a un compañero quejarse sin demasiado motivo.

—Es tu puto trabajo. Te pagan por ello, así que te jodes y bailas.

Caitlyn suspiró pesadamente. Estaba tan acostumbrada a escucharla reclamando compostura de esa manera tan... peculiar suya... al resto de oficiales que casi podía oírla pronunciar con exactitud las mismas palabras de siempre desde un rincón mental estrictamente reservado para ella.

—¿Qué coño quieres entonces, eh? ¿Cobrar de gratis, vago de mierda?

O quizás no era un rincón tan reservado... ni precisamente tan mental.

—¡Tira! ¡Tira ya con tus compañeros que no te quiero ni ver! ¡Paso de tu culo y seguiré pasando de él cuando me pidas la recomendación final, niñato!

Efectivamente. Ahí estaba. Delante suya. Quizás a unos diez metros de distancia como máximo. La gente la estaba mirando. En la plaza pública de Piltover no se solía armar tanto alboroto sin un motivo forzoso y Vi había decidido que soltar aquella regañina a voz en grito para los cadetes era lo más apropiado para no llamar la atención en su día libre; por supuesto, como siempre, un plan sublime.

—Ay, por Dios... —murmuró entre dientes llevándose una mano a la sien y evitando mirarla por un momento.

—¡¿Qué miras?! ¡¿Qué me miras ahora también?! ¡¿Tienes algún problema?! —exclamó su poco disimulada compañera, abriendo los brazos como si fuese un halcón y propinándose sendas palmadas en el pecho.

Cuando Caitlyn la vio avanzar hacia los cadetes repitiendo aquel gesto no dudo en caminar hacia ella desde la prudente lejanía que todavía las separaba e irrumpir en escena para arrastrarla tras de sí. Por suerte, cuando la Sheriff llegó hasta ella, los jóvenes ya le habían dado la espalda a Vi e ignoraban sus improperios, así que pudo apartarla sin contribuir al alboroto.

—¿Qué crees que estás haciendo? —le preguntó en un siseo, sujetándola por uno de sus brazos con vehemencia.

—¡Cait! —La anterior fiera expresión del rostro de la aludida mutó en cuestión de segundos desde la rabia hacia la ilusión.

¡Coleccióname esta! [CaitVi / Arcane]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora