ミ｡:ﾟHEREDERA DEL CULTOﾟ:｡ミ

[Capitulo 4 - Un secreto entre tu y yo]

– papá porque tú boca está manchada de sangre –

- Douma-sama que está haciendo -

Era un horrible escenario el que veía Inosuke, varios cuerpos de mujeres despedazados, la sangre de aquellas mujeres estaban manchando el piso de manera rápida mientras que la ropa de su padre estaba cubierta por esta, el tenía sangre el la boca y en su mano izquierda tenía lo que parecía un brazo.

– ¡Oh! Inosuke que haces a estás horas por aquí, deberías estar durmiendo, por cierto lo que estoy haciendo ahora es un secreto si~ –

El instinto de Inosuke decía que corriera que se alejara de lo que sería un demonio.

Pero Inosuke era una niña de cuatro años que todavía no tenía muy claro que era lo bueno y lo malo.

Su corazón decía que debía quedarse con su padre y preguntarle qué era lo que estaba pasando.

El corazón humano era muy frágil siempre vería primero por lo que más amas y después las consecuencias.

Y lo que más amaba Inosuke era a su padre.

– Papá tuve una pesadilla, quería dormir contigo. –

– Entiendo, espérame en tu habitación hay estaré en unos segundos~ –

Después de eso Inosuke fue rápidamente a su habitación, Shiko le trato de inculcar lo bueno y lo malo de la vida, ella dijo que la personas más malas que puedan existir son aquellas que asesinan sin arrepentimiento, aquellas que dañan sin importarle lo demás.

Su papá no era así..., No ella se negaba a creer que su papá era así... Lo que ella vio tiene una explicación, su papá no era una mala persona verdad.

Entro a su habitación y se arropó mientras pensaba que era lo que había visto, su cuerpo le seguia diciendo que debía huir pero de qué ella no lo sabía.

Por otro lado en la habitación de Douma, esté en el momento que su hija se retiró empezó a sentirse inquietó, le dolía el corazón como aquella vez que Kotoha vio como el comía seres humanos.

Pudo sentir ese sentimiento de pesar, creyó que Inosuke escaparía en el momento que lo vio.

Creyó que volvería a perder su "diversión" otra vez, pero su hija era demasiado inocente para comparar lo bueno de lo malo, o talvez si lo sabe y no le importo.

Tenía que hablar seriamente con ella otra vez, procedió a absorber a todas las mujeres que se encontraban allí fue a darse un baño rápido y se cambió para después ir al cuarto de su hija.

Abrió lentamente la puerta de tatami y vio a su hija dormida en su futón.

Parece que su conversación se retrasaría al día siguiente, se hecho al lado de su hija y se dispuso a dormir aunque no lo necesitaba.

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A la mañana siguiente Inosuke fue la primera en levantarse, el pudo sentir en la noche los pasos sigilosos de Douma a si que no la sorprendió.

La habitación no tenía luz, era una habitación solamente iluminada por velas , en cuestión de segundos Douma fue el siguiente en levantarse era temprano, supuso que ya era hora de comer pero al ver la expresión sería de Inosuke descarto es idea

– Papi porque comías a esas creyentes.–

El mayor solo se quedó callado y el silencio solamente hizo desesperar a la menor y soltar todas las preguntas en su mente.

– ¿Papá es malo..? La señora Shiko me dijo que existían personas muy malas que comen a otras personas...
Papá no es malo, porque papá nunca me hizo daño papá no es malo el ayuda a muchas personas y me llena de amor todos los días..
Papá no es malo el me ama no... Papá tu eres mi papá de verdad.–