Capitulo 32: La Rubia Ridícula

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Capitulo 32: La Rubia Ridícula

Taylor fue a la cafetería, de esas pocas veces que está abierta y no tiene que entrar por la ventana.

Tomó un plato hondo y se sirvió cereal con un poco de leche, ella caminaba para sentarse en una de las mesas del fondo, quería estar lejos de todos. Aparte de que tenía planeado leer un poco; se sentó al fondo de la cafetería la razón por la cual ella quería estar lejos era que desde que entró la gente comenzó a murmurar cosas de ella, cosas que no eran halagos como era normalmente. La veían con rencor e ira. Eso sí, la cafetería estaba repleta de chicos. Las chicas ya tenían miedo de que ellos quisieran hacerles algo. Tal pareciera que Taylor ni siquiera había considerado que los chicos quisieran hacerle algo, lo peor es que si le llegaban a hacer algo ella no planeaba ir con su padre, claro que no, estaba muy enojada con él. Ahora, bien se arrepentía de impedir que Harry la acompañara, él podría defenderla o al menos alejar a los chicos que la miraban de manera desafiante y aterradora. Aun así, Taylor no les prestaba mucha atención, se haría respetar, también hacerles saber que ella no era algo con lo que era sencillo de meterse.

Tomó asiento y mientras guardaba su celular para poder disfrutar de su cereal; sintió líquido y objetos pequeños que descendían desde su cabeza a todo su cuerpo. Se quedó muda y helada al notar que ese liquido en realidad era leche de su cereal y los objetos pequeños era el cereal, levantó un poco la vista y notó que su plateo de cereal se depositaba de nuevo en la mesa, pero esta vez vacio. Comenzó a tener un tic ¿Quién se atrevería a hacerle tal cosa? Con las risas que se escuchaban en el fondo pudo darse cuenta que eso no había sido un accidente. Lo que se temía, todos la molestarían en motivo de venganza. Ella se puso de pie lentamente, miró a los 4 chicos que estaban frente a ella de manera retadora.

El chico que estaba mas de frente que los demás fue quien se delató con una sonrisa que él había sido quién le arrojó su cereal a la cara. Sus labios pequeños lo hacían ver de manera macabra; su cabello era castaño y muy corto; se podía ver que tenía como 19 o 20 años, era muy alto y eso le daba el papel del líder del grupito.

Taylor lo miró como si se tratase de una asesina serial, estaba realmente enojada. Se mordió su labio, estaba a punto de estallar y hablar como una camionera o marinera. Pero el chico se le adelantó.

-        Disculpa – decía con sarcasmo – fue un accidente, seguramente fue mi pene cuando se puso erecto.

Los chicos que lo acompañaban comenzaron a reír. Taylor apretó los puños, estaba a punto de golpearlo, pero eso la metería en más problemas. Respiró hondo y se calmó para enfrentarlo con palabras, sin duda la mejor manera de herir a las personas.

-        Dudo que tu pene supere los 10 centímetros – le dijo con una sonrisa arrogante.

Soy una Chica 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora