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Nunca había tiempo para salir pero cuando la había, les gustaba salir a comer o a tomar algo, como en esa ocasión.

El bar era acogedor, reían, hablaban del pasado hasta que llegó el presente. Kihyun tomó un trago y luego recordó algo.

—¡Lo olvide! ¿Cómo te ha ido?

—Oh, pues bien, igual me hacen falta.

—Ojalá trabajaras con nosotros, así no me siento solo al ver a Minhyuk babear por el de hoyuelos.

—¡Hey! Para nada, mejor cuéntale como vas con nuestro jefe AKA tu próximo novio. —Las cejas de Hyungwon se elevaron y su vista cayó en el más bajito.

—¿Ah, si?

—¡Claro que no! —Minhyuk sacó su celular. Al parecer buscaba algo hasta que al parecer lo encontró y lo mostró hacia Hyungwon. Era una foto de un chico, moreno y apuesto.

—¡Kihyun!

—¿¡Qué!? —Minhyuk volteó el celular dejando ver la imaginen. —¿De donde sacaste esa foto?

—La tome desprevenido.

—¡No puede ser!

—¡Cállate! Mejor que Hyungwon nos cuente del tipo que dijiste la otra vez. —Hyungwon suspiro y negó,

—¿Quien? ¿Jun?

—Mhm.

—Es un chico, que me ha estado como... ¿pretendiendo?

—Tienes la oportunidad de que te saque de trabajar un millonario, ¿y lo estás desperdiciando?

—¿Hola? ¿Y ustedes?

—No importa ahora, deberías darte una oportunidad.

—Si, quizás así ya no te tengo tanto tiempo en casa.

Aunque posiblemente estos tipos hablaban bromeando, Hyungwon lo pensó y lo pensó... y lo pensó otro poco hasta que de pronto ya estaba en la construcción, junto el mismísimo Jun. Suspiro un par de veces y entonces volteo su vista.

—¿Ya desayunaste? —Jun giró su vista con un toque de sorpresa y asintió lentamente.

—Si, ¿tú no?

—También, pero pensé en que quizás... podíamos ir a tomar algo o, desayunar algo.

—¿Ahora? —Hyungwon hizo una mueca como si pensara y elevó sus hombros. Miró su reloj y sonrió. —Me encantaría, aún es temprano... ocho y diez. ¿Me esperas cinco minutos?

—Claro.

—No te miento estoy seriamente emocionado.

—Me pondré rojo posiblemente.

—No, no, espérame a que vuelva, quiero verlo.

Era obvio a donde irían a tomar algo. No iba a desaprovechar el hecho de poder ir a su lugar seguro, así que no dudo ni un segundo a donde llevaría a Jun.
Hyungwon entró seguido del mayor.

—¿Qué te gustaría pedir? — Hyungwon preguntó, él ya sabía cuál era su orden. Desde que volvió a Seoul, le gustaba turnar desde un americano frío, y a veces pedía tonic de uva, le gustaba recordar tiempos pasados.

—¿Qué te parece si me sorprendes? Iré a buscar una mesa. —Jun sonrió, llevándose una sonrisa de Hyungwon de vuelta asintiendo. —Toma, por cierto. —Un par de billetes estaban en su mano pero el más alto se negó.

—No, claro que no, yo te invite. —Hyungwon se volteo de inmediato para evitar una conversación sobre querer pagar. —Hola, buen día, ¿podrías darme dos tonics? Uno de fresa y otro de uva. — Uva para Jun, y para él, su segundo favorito, fresa.

—Claro, la máquina te pondrá el total, ¿es tarjeta, verdad? Pásala cuando te indique. — Cuando se le dijo, pasó la tarjeta. —Bien, puedes esperarlos de este lado, ¡gracias!

Luego de un rato, los tonics fueron entregados. Hyungwon visualizó a Jun sentado en una de las mesas enseguida de un gran ventanal. Extendió su mano para pasarle la bebida y sentarse después.

Habían pasado aproximadamente 15 minutos, donde ambos tuvieron la oportunidad de conocerse de una mejor manera, teniendo a un Hyungwon contento por el buen momento que estaba pasando. Entre risas y chistes, llegó un silencio, pero fue un silencio agradable en donde solo intercambiaban miradas y de vez en cuando tomaban del tonic correspondiente, pero en un segundo el silencio rompió con un Jun levantándose de su silla y mostrando una gran sonrisa.

—¡Hoseok! Que bien verte por aquí, amigo.

Su piel se erizó por completo, ni siquiera quería voltear.

¿Había escuchado bien? No lo escuchaba hace 10 años. En un movimiento rápido, Hyungwon se acomodó en su silla y volteó su cabeza para ver a la persona recién llegada.

MERCED ((HYUNGWONHO//2WON))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora