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Hyungwon estaba sentado a un lado de lo que quedaba de su cama, sus maletas ya se encontraban en la parte de abajo de su casa. La madre de Hyungwon se hizo presente en el marco de la puerta y le sonrió.

—Cariño, es jueves, ¿Wonho no vendrá?

La verdad es que las cosas con Wonho se habían tornado algo raras, solo habían sido 4 semanas desde aquella vez que el mayor lo había besado pero en esas semanas solo se vieron dos veces. Hyungwon miro a su madre y se encogió de hombros, la mujer se acercó a él poniéndose de cuclillas.

—Wonnie, yo sé que es difícil alejarte de todo lo que conoces pero ya lo sabes, el trabajo es importante y... —Hyungwon comenzó a asentir varias veces y le sonrió.

—Ya lo se mamá, no te preocupes por mí, solo estoy cansado. —Su mamá le regalo una sonrisa y se acerco a besar su frente para luego retirarse.

Lo que menos le preocupaba a Hyungwon era mudarse, lo que le preocupaba era su amistad con su amigo, le dolía que él no había ido a despedirse, le dolía que lo evitaba y le dolía no poderlo hablar.
Su reloj marcó las 11 de la noche, debía dormir, mañana iba a hacer un largo viaje e iba a ser temprano. Sus padres ya estaban en su habitación y juzgando el espacio entre el piso y la puerta, podría deducir que estaban dormidos, pues la luz ya estaba apagada.

Estaba cambiando su ropa, quería ponerse algo abrigador, estaba un poco helado el clima y quería dormir cómodo. De pronto, escucho algo topar con su ventana, el chico se exaltó un poco pero curioso se acerco a esta. Del otro lado, estaba su mejor amigo encima de su bici, haciéndole señas que bajara. Hyungwon no lo pensó dos veces, ya tenía su pijama puesta, así que solo tomo un abrigo que tenía para el viaje de mañana y bajó con cuidado para no hacer ruido.

—Entonces te vas mañana. — Los amigos estaban sentados en la banqueta de la casa del menor, uno del lado del otro. Hyungwon asintió, jugaba con sus dedos, mientras sus brazos descansaban en sus rodillas.

—Pensé que no ibas a venir.

—No lo iba a hacer. — Las palabras de Wonho se sintieron como un cuchillo siendo encajado una y otra vez durante cien veces, pero el contrario sólo se inmutó a asentir. —Lamento haberme alejado, tenía muchas cosas en la cabeza.

—Podías habermelo dicho, somos mejores amigos. — Wonho comenzaba a sentirse culpable, ¿de verdad podía confiarle lo que le pasaba? ¿Algo que ni siquiera él entendía?

—Ya lo sé, te extrañe, y te voy a extrañar.— Hyungwon soltó un suspiro al escucharlo y volteo a verlo con una sonrisa.

"Maldita sea" pensó Wonho. Como podía estar tranquilo si solo con verlo recordaba la sensación de esos labios sobre los suyos, ese recuerdo hacía que por su garganta no pudiera pasar ni siquiera aire, había un nudo obstruyendo. La sonrisa de Hyungwon se desvaneció. La expresión de Wonho era ilegible, así que no tenía anticipado la acción siguiente del mayor.

Wonho sentía que no tenía manejo de sí mismo en el momento que llevó sus manos a la cara de Hyungwon, haciendo que sus labios se juntaran una vez más. La respuesta del menor fue llevar una de sus manos hasta el pecho de Wonho, ejerciendo un poco de fuerza para que se alejara.
El mayor se separo apenas dos centímetros. Hyungwon aún no sabía cómo reaccionar, estaba estático hasta que sintió como su amigo ponía su frente contra su hombro y comenzaba a sollozar.

—Lo siento Wonnie, lo siento mucho. — Al escucharlo, el corazón de Hyungwon se estremeció. Llevo su mano hacia la nuca contraria, y comenzó a moverla con cuidado.

—No pasa nada Seokie, no llores.

—No Hyungwon. —Wonho empujó al menor para alejarse lo suficiente como para ponerse de pie. — No me digas así, no quiero que me vuelvas a decir así, y yo no te volveré a decir Wonnie porque... n-no me gustas. No quiero que me abraces y me hagas sentir confundido. —Hyungwon no podía entender que pasaba con Wonho, este no dejaba de llorar pero también parecía furioso. —Deja... Deja de verme como lo haces, todo es tu culpa, tu me haces sentir así, me siento enojado y frustrado. Basta Hyungwon, a mí no me gustan los hombres. No soy gay como tú.

Hyungwon ahora estaba de pie, se sentía aturdido y confundido. Quien le había hecho creer que Hyungwon tenía la culpa de... Ni siquiera lo tenía claro, Wonho solo repetía una y otra vez lo mismo.

—¿De qué me estás culpando exactamente?

—A mí no me gustan los hombres, no somos estúpidos, es sencillo. Razónalo, compréndelo y hay que aceptarlo, yo estoy con una chica. Quizás te bese solo porque Suni me hace falta.

Y entonces la sangre de Hyungwon ardió, ¿de verdad estaba Wonho dándole la responsabilidad por un beso que él empezó? ¿En dos ocasiones?

—Vete de mi casa, Wonho. — El mayor lo miró por un segundo y soltó aire en forma de risa incrédula. Limpio con muy poco cuidado varias lágrimas que aún salían y tomó su bici para luego marcharse. Siendo esta, la última vez que se verían.

MERCED ((HYUNGWONHO//2WON))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora