El elemento fuego

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Leo

¿Continuamos con los signos de fuego? Ya hemos abordado algunas de las características defensas de Aries. El gran temor del fuego, como creo que ya dije, es el miedo a la insignificancia. Aries se defiende de ella siendo el primero y el mejor. ¿Qué hay de Leo? ¿Cuántos leoninos hay presentes hoy aquí? ¿Alguno de ustedes quiere hacer algún comentario?

Audiencia: A mí me da miedo que no me valoren, que no me consideren una criatura especial. Pienso que gran parte de mi interés por le astrología se basa en la necesidad de ser especial.

Liz: Entonces, siente que la astrología puede ser una defensa leonina, porque lo hace sentir especial. De hecho, parece ofrecer una buena defensa a todos los signos, de un modo u otro, según cómo la usemos, pero entiendo que lo que quiere decir es que un horóscopo confirma la exclusividad individual. A veces, algún cliente me ha dicho: ¿Mi horóscopo es raro? o No pienso que mi horóscopo se parezca a algún otro. Esto es lo que está describiendo, la necesidad de que nuestro propio destino y naturaleza especial estén confirmados por la astrología.

Audiencia: ¿Qué sucede con el miedo a no ser libre?

Liz: No estoy segura de que se pueda asociar con Leo. El miedo a quedar atrapa-do, controlado o sofocado puede vincularse con varios problemas diferentes, y hay varios signos y configuraciones de aspectos particulares que pueden reflejar-lo. El reclamo de libertad, entonces, se convierte en una defensa, aunque debemos mirar en mayor profundidad para averiguar cuál es realmente la amenaza. Géminis tal vez le teme a quedar estancado desde un punto de vista intelectual; es probable que Acuario le tema a la pérdida de los derechos fundamentales; Sagitario, a la pérdida de la movilidad; Escorpio, a lo pérdida del orgullo. Puede oírse a todos estos signos insistir sobre su libertad. También alguien con un conflicto emocional determinado, como la Luna o Venus en Cáncer en cuadratura con Urano, puede usar la libertad como defensa contra una gran vulnerabilidad emocional. Esto es identificación con un extremo de un aspecto y proyección del otro extremo, como defensa contra el conflicto interno. Más tarde volveremos sobre este tema con más detenimiento.

Audiencia: Pienso que la diferencia entre Leo y Aries es que Leo puede necesitar la aprobación de los otros más que Aries; tal vez el reconocimiento y la fama sean una defensa leonina.

Liz: Es un punto interesante. A veces, en la superficie, daría la impresión de que Leo necesita la aprobación y afirmación de los demás, mientras que a Aries no parece importarle nada. Para Aries, la animosidad de los otros puede considerarse como un cumplido: No me disgustarían tanto si no fueran celosos; pero no se puede ganar sin comprometerse en la competencia. Para que Aries gane, tiene que haber alguien a quien derrotar, y también alguien que juzgue la contienda. Entonces, Aries tampoco existe en el vacío. Un activo tribunal de aprobación quizás no sea el estilo de Aries, pero la sensación de poder interior que es tan importante para este signo, como una defensa contra la desesperanza y la desprotección de la existencia mortal, depende de una expresión exterior de poder en el mundo.

Con Leo, el poder en el mundo exterior tal vez no sea tan importante. Es obvio que tenemos algunas brillantes excepciones, como Napoleón, por ejemplo; pero parece una excepción a nivel superficial. Lo estudiaremos más detenidamente en unos instantes. En general, para Leo no es una cuestión de sentirse potente, sino de sentirse único, que no es lo mismo. La necesidad de Leo no se centra en ganar la competencia, pues en muchos aspectos Leo no es para nada competitivo. Sucede que los demás no son lo suficientemente importantes como para considerarlos una competencia, porque el diálogo de Leo, en verdad, es entre él y Dios.

Esto se refleja en la necesidad de experimentarse como poseedor de un destino, porque un destino individual implica que hay cierto poder divino en alguna parte, que dice: Estás aquí con un propósito especial; eres mi hijo favorito. Este es el meollo del mito del héroe. El sentimiento interior de ser elegido, de ser el hijo divino, es un aspecto fundamental de la defensa de Leo contra la extinción en la ordinariez; es el antídoto de la mortalidad. Es probable que Leo busque esa afirmación en su interior, más que externamente, frente a una multitud, Aun cuan-do nadie más lo note, dice el Leo introvertido, sé que estoy aquí por una razón especial, aunque tarde toda una vida en averiguar cuál es esa razón.

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