Defensas de Mercurio

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Muchas defensas están conectadas con nuestras capacidades intelectuales. Las palabras pueden ser una defensa para la gente de Mercurio. Esto no significa sólo palabras hirientes. Las defensas mercuriales también pueden implicar ser más inteligentes que los demás o tener mayor facilidad de palabra. Mercurio también puede usar la facultad analítica como defensa. Si analizamos los motivos de alguna persona o reaccionamos ante la manifestación de un sentimiento in-tenso con una fría racionalidad, quizá nos estemos defendiendo contra el sentimiento. También podemos usar las defensas mercuriales para protegernos de tener que experimentar nuestra propia Luna, Neptuno o Plutón. Ponerles nombres a las cosas y categorizarlas pueden brindarnos una defensa maravillosamente creativa contra sentirlas.

Mercurio también puede usar la jerga como defensa. Muchos astrólogos caen en esto, lo mismo que muchos psicólogos. La jerga puede ser una defensa contra la expresión de la vulnerabilidad en términos humanos comunes, pues oculta algo. Si una le dice a un amigo: Esta semana Saturno en tránsito está en cuadratura con mi Luna, ¿qué le ha dicho en verdad? Utiliza una jerga para comunicar algo, porque no se anima a decir: Me siento sumamente desanimada y deprimida. Estoy muy sola. No me gusto demasiado en este momento y cuando me miro en el espejo lo único que veo es un desastre. No tengo amigos, me compadezco a mí misma, y justo acaba de morir mi madre. Uno entiende que muy pocos amigos quieran escuchar todo eso, y en cambio prefieran la jerga, porque preserva los límites. También sirve de defensa contra la sensación de que somos vulnerables y estamos indefensos y necesitados. Pero tuve pacientes en análisis que se sienten familiarizados con la astrología y que intentan esto en lugar de exponer sus sentimientos en una sesión terapéutica. En algunos lugares la jerga es inapropiada y la defensa ya no es constructiva.

Audiencia: Si le digo a otro astrólogo: Me siento sola y triste, por lo general me responderá: ¿Ah, sí? ¿Cuáles son tus tránsitos?.

Liz: Invariablemente. En parte esto se debe a que la jerga también puede ser una defensa contra el hecho de tener que responder emocionalmente ante la infelicidad del otro, es decir que brinda un espacio para respirar. Una vez más, puede ser una defensa constructiva creativa, porque a veces los demás simplemente quieren demasiado de uno. La jerga astrológica o psicológica también puede ayudar a orientar a la persona que se siente agobiada por sus sentimientos. Los astrólogos y consejeros saben que explicar la crisis en términos objetivos, colocando las cosas en un contexto más amplio, es algo poderosamente sanador.

La naturaleza defensiva de la jerga, a veces, puede resultar muy divertida. Hace muchos años, cuando asistí a mi primer encuentro de la Asociación Astrológica, hubo un corto receso y todos hicimos cola para comprar un café. Entonces, un hombre se puso en la cola detrás de mí, sonrió y me dijo: Hola. ¿Dónde está su Venus?. No importaban las banalidades como ¿Cómo se llama? o ¿Qué hará después? o Me resulta realmente atractiva. Como para entonces yo no tenía mucha experiencia le contesté. Él me devolvió una mirada cargada de intención, se acercó un poco más y me dijo: Ah, está en trígono con mi Marte.

Los que no son astrólogos ni se imaginan cuánta obscenidad puede haber encapsulada en frases tan inocentes. Sin embargo, por elegante que fuese este acercamiento, era muy defensivo. Lo que este hombre hacía era evitar la posibilidad del rechazo. Si hubiera dicho: ¿Qué hará más tarde?, tal vez le hubiera contestado: Cualquier cosa, mientras no sea con usted. Tal vez esperara ese tipo de respuesta por parte de las mujeres. Yo no le pregunté si tenía a Venus opuesto a Saturno. Podría haberle señalado mi interés con una frase como esta: Mi Venus está en tal lugar, ¿dónde está su Marte . Entonces, hubiéramos seguido intercambiando ubicaciones en nuestras cartas sin ningún riesgo de sentir una real vulnerabilidad. Desgraciadamente, no pude responder a lo que en los papeles claramente a él le parecía ser la pareja perfecta, y no le pedí más información. Así terminó la conversación. Pero todos pueden apreciar cómo nuestra jerga, al mismo tiempo que comunica, también nos protege de los riesgos emocionales por los que la gente que no tiene instrucción astrológica debe pasar cada vez que conoce a alguien atractivo.

Los analistas suelen usar la jerga de una manera pasmosa. Se le asigna un rótulo a un estado emocional o a un patrón de comportamiento, y eso es todo. O mostramos resistencia o nos involucramos en una transferencia negativa o evidenciamos un comportamiento edípico. ¡Estás proyectando! es otra frase favorita. Lo mismo ocurre con términos como anima o animus. No pude evitar engañarte, la dice el principiante jungiano a su esposa, ella fue un gancho para la proyección de mi anima. Esto es más fácil y más elegante que decir: No le pude sacar las manos de encima. Poner a la lujuria común y corriente en un contexto clínico, en cierta manera la hace parecer más noble y más defendible; y las palabras pueden llegar a ser una sublime y enorme defensa. Todos necesitamos las defensas mercuriales, porque, si todos dejáramos a la vista de los demás nuestra alma más íntima, resultaría insoportable.

Audiencia: Las palabras son como una especie de defensa colectiva, es una forma colectiva de eludir, aceptada colectivamente.

Liz: Las palabras pueden ser un sistema de defensa muy necesario y, a la vez, muy creativo. Pero también necesitamos saber cuándo exageramos con ellas y cuándo debemos comunicarnos de manera directa, con el cuerpo y desde el corazón.

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