Sagitario

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¿Qué sucede con Sagitario? ¿Qué es lo que más le importa a Sagitario, lo que debe defender a cualquier precio?

Audiencia: La libertad.

Liz: Continúen; ¿qué más?

Audiencia: La fe.

Liz: ¿Hay algún sagitariano que desee hacer algún comentario?

Audiencia: El significado es sumamente importante. Puedo manejar cualquier cosa, siempre y cuando tenga algún significado.

Liz: Sí, pienso que esta es la esencia de la naturaleza de Sagitario, y también su sistema de defensa básico. Lo que Sagitario tiene de común con los otros dos signos de fuego –y de distinto respecto de los de agua– es que en sus defensas no depende de los demás. El significado para Sagitario debe provenir del interior. No es suficiente adoptar una perspectiva religiosa o espiritual convencional, basada en la definición que otra persona haga del significado. Esta convicción intuitiva de un diseño significativo es esencial para Sagitario como defensa contra la amenaza de la inercia y de la muerte. La mera sugerencia de que la vida no tiene otro significado que el significado personal que le inyectamos y de que, de hecho, no hay un plan divino puede ser horrorosa para Sagitario, porque la capacidad de este signo de mantener la fe en el futuro, se construye sobre la idea de que estamos creciendo, de que estamos evolucionando, de que estamos en constante movimiento hacia algo. Si le quitan el sentido del viaje, y su meta y propósito, la coherencia interior del individuo se derrumba.

La libertad es importante para Sagitario por razones muy especiales, pero no es un reclamo basado en alguna ideología. Sagitario no anda por ahí con una Declaración de Derechos en la mano, como podría hacerlo Acuario, diciendo: ¡La libertad es un derecho humano inalienable!. Tampoco es el temor por involucrarse emocionalmente, como algunos podrían pensar. Sagitario no se aparta de la emoción intensa, pero tal vez se aleja de un compromiso que les cierra la puerta a nuevas posibilidades. La libertad de movimiento y pensamiento es esencial, porque necesitamos espacio para perseguir la clave siguiente y descubrir otro pedazo del plan mayor. Sagitario siempre tiene que estar listo para partir de repente, en caso de que la clave apunte hacia un viaje. El secreto de vivir con un sagitariano es unírsele a la gran aventura. Es casi como si en los cielos hubiera jeroglíficos mágicos desparramados y la vida fuera como la búsqueda del tesoro. Uno trata de averiguar el significado de una experiencia en particular, de lo que supuestamente enseña y cómo puede crecer a partir de ella. Una vez que uno ya retorció y exprimió la experiencia, entonces halla la siguiente clave en la próxima experiencia. Con suerte, algún día todo se habrá revelado; pero, por supuesto, eso nunca sucede. El diseño sólo se hace cada vez más y más grande.

La privación de la libertad para perseguir las claves es una especie de muerte para Sagitario y pavimenta el camino con una negra desesperación. Si bien los sagitarianos tienen una fuerte motivación para defender su supervivencia psico-lógica mediante el hallazgo del significado en la experiencia, la mayoría de ellos también tiene el suficiente equilibrio como para vivir sin tener que interpretar la importancia de cada taza de café derramada o cada babosa de jardín. Pero a ve-ces esta defensa puede apoderarse de la personalidad, y el individuo ya no puede vivir en el aquí y ahora. Todo debe trasladarse a un nivel universal y todo contiene una importancia oculta o está conectado con otras experiencias por secretas cadenas de significado. Este es un mundo muy raro, bastante maníaco, y algunos sagitarianos habitan en él sobre una base más o menos permanente, impulsados por la desesperación por defenderse de la vida tal como es. Sólo están en condiciones de relacionarse con la vida como podría ser potencialmente o como una vidriera de símbolos mágicos.

Si Sagitario pierde la sensación de que toda experiencia tiene significado, ¿de qué sirve estar vivo? ¿Cómo podemos justificar el horror de la vida? Nacemos y luchamos para crecer y sobrevivir, y justo en el punto donde empezamos a darnos cuenta de lo que sucede, envejecemos y morimos. Sin significado, el mundo de la tierra es un horror para Sagitario. Si este sistema de defensas es llevado a su ex-tremo lógico, es probable que veamos ideas erróneas acerca del conocimiento y de la iluminación. Es el estado maníaco tan característico de la patología sagitariana. Yo tengo la verdad, dice Sagitario; no me importa la realidad, tengo la verdad directa de Dios. Simplemente lo sé. No me confundan con hechos, porque son irrelevantes. El dogmatismo espiritual o político que es común a ciertos sagitarianos tal vez sea una defensa contra la pérdida del significado; y ciertas experiencias de la vida, como el Holocausto o la guerra de la ex Yugoslavia, desafían nuestros esfuerzos por leer un significado en ellos. Parecen horrores ciegos, y en ellos no se evidencia ningún plan divino, sólo barbarie humana. Alguna vez la Iglesia nos enseñó que no debíamos cuestionar los designios de Dios cuando nos enfrentábamos con ese tipo de experiencias, que sólo debíamos tener fe. Esto cada vez se torna más difícil, en la medida en que nos vamos haciendo más experimentados desde un punto de vista psicológico. Podemos llegar a hacer un es-fuerzo de gimnasia intelectual o espiritual para imponer un plan en estos acontecimientos, pero a menudo esto suena falso, y en el fondo sabemos que lo es. Esa actitud puede ponernos a la defensiva y hacernos reacios a enfrentar la realidad de la injusticia de la vida, o puede volvernos fanáticos e intolerantes con todo aquel que nos recuerde que, en verdad, no tenemos las respuestas.

Como figura arquetípica, el puer aeternus es una línea de defensa de Sagita-rio; el puer necesita estar desapegado para poder ser libre para seguir buscando otras claves. Si elegimos una meta o estilo de vida en particular y nos comprometemos con ellos, quizás nos perdamos de hallar otra de las claves que podrían revelar el significado de la vida. Las ansias de conocer el mundo, la inquietud y la dificultad para el compromiso sagitarianos, no reflejan una intrínseca inconstancia o incapacidad para amar, sino el terror que Sartre expone en A puerta cerrada. ¿Conocen esta obra de teatro? Es la visión que tiene el autor del infierno: una habitación cerrada donde tres personas están unidas por toda la eternidad por lazos emocionales sumamente destructivos y sin ninguna sensación de sentido. No sorprende que Sartre tuviera Ascendente en Sagitario. No cierres todas las puertas, dice Sagitario, porque, si me encierras, perderé mi conexión con el significado y el propósito reveladores, no sabré para qué estoy aquí y moriré de aburrimiento y desesperación.

Los sagitarianos pueden ponerse bastante frenéticos si se les cierran todas las puertas; pueden permanecer felices y comprometidos siempre y cuando que-de una puerta abierta y fuera no haya un guardia armado. Así, saben que pueden ir y venir. Pero en el momento en que se cierran las puertas se movilizan las defensas y sobreviene una ansiedad y una rabia abrumadoras. Es importante comprender por qué, así como necesitamos entender la razón por la que Virgo se pone quisquilloso, Cáncer, quejoso, y Leo, avasallador. No se trata de insensibilidad emocional, de la que suele acusarse a Sagitario. Hay algo mucho más importante que las relaciones humanas para este signo. Es la libertad para ir en pos del plan oculto. Sin duda ya saben que, si pierden una de las claves en la búsqueda del tesoro, todo se echa a perder.

Audiencia: ¿El lado filosófico de Sagitario podría ser también una defensa?

Liz: Si, creo que ya toqué el tema. La propensión de Sagitario a filosofar y a colocar todo dentro de un contexto universal quizás sea una forma de defensa contra la banalidad de la existencia personal; puede llegar a ser muy exasperante si uno es muy terrenal. Si decimos: Mi gato atrapó un ratón esta mañana, Sagitario responde: ¡Ay, sí! estuve leyendo que en Egipto el gato era el símbolo de no sé qué, y de repente nos zambulleron en la mitología y en los arquetipos, cuando sólo queríamos hablar de nuestro gato. Es una defensa, a veces muy obsesiva, contra el horror de la banalidad y del sinsentido. Cuando el fuego se vuelve pato-lógico en sus defensas, puede tornarse maníaco, pero el comportamiento maníaco es el favorito de Sagitario, si bien Aries y Leo también pueden transitar este sendero. La manía y la fase maníaca de este tipo de depresión son una defensa.

De hecho, no exploramos los serios desórdenes que surgen de las defensas, pero podríamos interpretar los severos disturbios psicológicos como mecanismos de defensa extremos y desesperados. La depresión maníaca es uno de ellos, y es una defensa característica del elemento fuego.

La manía es bastante comprensible como defensa fogosa. En el estado maníaco somos inmortales, y todo parece insoportablemente importante y conecta-do con todo mediante hilos de significado, que los mortales comunes no pueden percibir. No sé si alguno de ustedes tiene experiencia en la fase maníaca de este tipo de depresión, ya sea personalmente, a través de sus clientes o de sus seres queridos, pero, una vez que la persona empieza a ponerse loca, el cosmos ente-ro se convierte en una especie de código jeroglífico, que en el estado maníaco se puede leer de golpe. Esta necesidad desesperada de hallar conexiones suele ser una defensa contra los insoportables sentimientos de soledad e insignificancia, y el estado depresivo que invariablemente aparece a continuación es el choque que se produce cuando la búsqueda del tesoro se queda sin energía y, al final, uno se estrella contra la realidad. Esta depresión puede sentirse como algo agobiante y quizás uno termine pensando en el suicidio. Ahora uno está tan abajo como antes, con la manía, estaba arriba. En esencia, la búsqueda de significado es una defensa saludable y creativa, y forma la base de la búsqueda de muchos individuos por adquirir conocimiento a través de la astrología y de las disciplinas espirituales. También puede generar un alto grado de tolerancia y comprensión con respecto a muchas visiones del mundo diferentes; pero, una vez que esta visión cosmológica se infla con helio y pierde todo contacto con la tierra, puede tornarse sumamente destructiva para la vida del individuo.

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