⋆ ࣪𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗨𝗻𝗼⋆ ࣪

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En muchas ocasiones, mi madre se tomaba el tiempo de charlar conmigo sobre la vida, el amor, la tristeza, la soledad... Hablaba absolutamente de todo.

Lo que más me gustaba era cuando me comentaba sobre las personas y sus enseñanzas.

Ella decía que las personas llegan a tu vida por una razón, algunas vienen a aprender y otras vienen a enseñar.

Ya sea para enseñarte algo que te puede ayudar a crecer como persona, o tal vez para enseñarte a ser feliz. Y si en un momento hubo lágrimas, pues esas son lágrimas de aprender a ser un poco mas fuerte cada vez.

Pero nadie llega en vano..

Tal vez suene algo raro, pero creo que tiene razón. Sin embargo, en mi vida no ha llegado una persona que logre enseñarme o que quiera aprender algo de mí.

Y si soy sincera...
realmente quisiera saber que persona llegará a enseñarme lo que necesito aprender.
























𔘓

Esta mañana me había despertado para poder empezar con el trabajo de mis padres. Ellos tienen una tienda de flores, lo que es agradable porque el lugar es muy bello y es algo fácil para mí.

Empecé a trabajar con ellos desde la semana pasada. No tenía razón alguna, solo quería estar allí.

O eso creo.

Pero hoy, justo este día, mis padres tuvieron que salir por unas horas.

Así que estoy completamente sola, pero no me quejo.

Para mí es agradable estar sola. Creo que no hay nada de malo que la soledad esté contigo.

— Buenos días, Anna — saludó un agradable sujeto que entró a este lugar. Mis padres lo conocen, lo cual hace que yo lo conozca también.
— Necesito...

— ¿Un ramo de rosas rojas? — pregunté interrumpiendo lo que él iba a decirme.

— Así es — respondió con una sonrisa en sus labios. — A mi esposa le encantan.

— ¿Y a quien no? Son muy bellas.

— Lo son... — Lo que me gusta de este hombre es que cada semana le lleva a su esposa las rosas.
Es muy lindo de su parte.
Supongo que su esposa debe estar feliz por estar con el. — ¿Y tus padres?

— Salieron por unas horas — respondí acomodando cada rosa. — Creo que fueron por más decoraciones para la tienda.

— Supongo, a ellos les encanta.

Terminé con el ramo de rosas que el había pedido. La verdad, no me va tan mal con los arreglos.

— Aquí tienes — sonreí entregandole lo que me había pedido. — Tu esposa debe estar contenta por tenerte.

— Cada noche me lo dice — James tomó su billetera y sacó algunos billetes para pagar. 
— Ella es muy linda.

— Debe ser — sonreí. — Aquí tienes tu cambio. Salúdame a tu esposa, espero verla muy pronto.

— Muchas gracias Anna. Hasta luego.

El hombre salió de la tienda y se fue por la misma dirección de siempre.

Salí a tomar un poco de aire fresco y nunca noté que cierta chica estaba sentada en la banca jardinera que mis padres pusieron para decorar el exterior del lugar.

— Disculpa, no te puedes sentar ahí — señalé la banca. — Es decoración.

— ¿Ahora usan esto para decorar? — preguntó. — ¿Por qué lo tienen afuera si nadie puede sentarse en ella?

𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora