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Después de salvar a Donghyuck de la industria ilegal, Johnny está dispuesto a adoptar al chico y cambiar su vida. Parece algo complicado ya que Donghyuck parece no tener idea de lo que son los buenos modales y ama molestar al mayor cada que tiene oportunidad. Incluso si Johnny comienza a pensar en él como un mocoso malagradecido, no puede evitar tener una debilidad por el joven chico. Y antes de que se diera cuenta, había dejado a Donghyuck apoderarse de su corazón.





Johnny sabía exactamente por quien iba a pagar.

Sus ojos habían estado siguiendo al chico castaño desde que le estaba dando un rápido vistazo a los demás chicos alrededor. Ese era especial. Algo en él lo hacía resaltar entre los demás candidatos.

Quizá, todos estaban encantados con la inocencia que el chico irradiaba, no sólo Johnny. El peli castaño sonreía mientras caminaba alrededor, revoloteando sus pestañas cuando hacia contacto visual con alguien más. Una cosa era segura- era alguien joven. Joven e interesado en todo lo que sucedía a su alrededor.

El alto hombre miró alrededor, buscando posibles rivales para darse cuenta de que no era el único interesado en él. Viendo como otros dos hombres miraban al coqueto muchacho, se despegó de la barra de tragos y se dirigió al chico con prisa. Si no hubiese sido lo suficientemente rápido, había una gran probabilidad de que otro se hubiera robado al chico justo frente a sus ojos.

— Hey —Johnny palmeó el hombro del peli castaño. Yendo directo al grano —¿Cuánto por una hora?

El joven giró para encarar a Johnny, sus labios formando una media sonrisa mientras escaneaba la alta figura de Johnny de arriba a abajo.

— ¿Qué te parecen doscientos dólares?

Incluso si a Johnny le gustaba el chico, creía que el precio era muy elevado. Quizá, la prostituta notó lo costosas que eran las prendas de ropa que el más alto estaba usando y sabía hacer negocios.

— Bien —se rindió después de notar que el muchacho parecía estar perdiendo el interés. Comenzó a mirar alrededor, como si buscara a otro cliente mientras Johnny seguía a su lado.

El joven giró su cabeza hacia el más alto en un segundo. La prostituta sonreía de nuevo, haciéndole saber a Johnny que el trato estaba hecho. Fue guiado escaleras arriba, a una de las habitaciones en las que no había estado aún. Pero era algo normal al ser la tercera vez de Johnny en este burdel.

Sin pensarlo demasiado, Johnny comenzó a besar al chico tan pronto como la puerta se cerró. Sabía que el tiempo había comenzado, así que intentaría aprovecharlo al máximo.

— Eres tan impaciente —el chico ronroneó, sintiendo las manos de Johnny tocar su cuerpo.

— Sube a la cama y quítate la ropa.

El muchacho hizo lo que Johnny quería. Johnny se tomó un tiempo para desvestirse también. Entonces, subió a la cama y continúo tocando la bronceada piel del chico.

— ¿Cómo te llamas? —preguntó Johnny mientras deslizaba sus labios por el estómago del joven.

— S-soy Donghyuck...

Johnny no pudo evitar reír entre dientes. ¿Ese era su verdadero nombre? Él sabía que los hombres en ese lugar se llamaban a sí mismos por sobrenombres más bien vergonzosos.

— Pareces joven —Johnny murmuró, su lengua trabajando ahora en el lóbulo de Donghyuck.

— Mhm —la prostituta maulló.

— ¿Qué edad tienes?

— Tengo dieciséis, señor.

Johnny sintió que le daba un derrame cerebral. Alejándose, miró al chico con el ceño fruncido.

𝖳𝗁𝖾 𝖥𝗈𝗎𝗋 𝖶𝖺𝗅𝗅𝗌 𝖮𝖿 𝖮𝗎𝗋 𝖱𝗈𝗈𝗆 || JohnhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora