nueve

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Johnny seguía viéndose con la maestra de Donghyuck. Hablando con ella, podía encontrar un lado diferente de Donghyuck. Byeol le dijo que Donghyuck era un chico muy inteligente. Tenía buena memoria y era muy agradable con ella ahora que se había acostumbrado a su presencia. Donghyuck también había estado poniendo mucho esfuerzo estos últimos días.

Además de obtener información de cómo le estaba yendo a Donghyuck, a Johnny le gustaba la compañía de la profesora, aún si se llevaban cinco años de diferencia, encontraron un montón de cosas en común. Visitaron un par de lugares y se conocieron mejor. Era divertido.

Lo único malo con eso, era que Johnny estaba seguro de que ella estaba comenzando a tener sentimientos por él, cuando por su parte solamente eran salidas en plan de amigos.

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Un día, Donghyuck se enfermó. Lo peor fue que le dio una fiebre muy alta temprano por la mañana. Exactamente cuando Johnny debía prepararse para ir a sus clases.

Johnny sabía por qué y quería regañar al menor por haber salido sin abrigo. Estaban a mitad del invierno y el sistema inmunológico de Donghyuck no era bueno ya que se negaba a comer las frutas y verduras que Johnny siempre se aseguraba de darle.

— ¡Eso es lo que pasa cuando no escuchas tus mayores! —Johnny dijo mientras se cruzaba de brazos y le daba una mala mirada al chico con la cara enrojecida.

— ¡Es porque eres viejo! —Donghyuck se quejó.

— ¿Viejo? ¿Yo soy viejo?

— ¡Sí! ¡Eres un hombre viejo!

— Tengo veintiún años. ¿A quién le llamas viejo?

— ¡Anciano!

— Si yo soy un anciano entonces tú eres un bebé, y los bebés no pueden hablar. Así que sé bueno y toma tu medicina.

Donghyuck le lanzó una mirada.

— Jo-

— No, jódete tú, en serio —Johnny no pudo evitar gruñir — ¿Cómo se supone que voy a salir si estás enfermo?

— Entonces no te vayas —Donghyuck murmuró —Quédate conmigo.

Y Johnny lo hizo. Se quedó en casa todo el día, haciendo sopa, tés, midiendo la temperatura de Donghyuck y estando allí para él.

Donghyuck tampoco volvió a dormir o le hacía preguntas tontas a Johnny como: "¿voy a morir?"

— Créeme, no lo harás. Dios y el diablo no pueden decidir quién se quedará contigo.

La noche fue terrible. La fiebre de Donghyuck empeoró y ahora Taeyong y Johnny estaban sentados frente a la cama del chico. Ambos estaban cansados, uno por estar todo el día al pendiente de Donghyuck y el otro por el intenso entrenamiento, así que se tomaban turnos para cuidar de él.

Fue el turno de Johnny desde las 2AM. Se encontraba sentado, sosteniendo la mano de Donghyuck y al mismo tiempo tomaba notas de las clases a las que no había podido ir. La luz media que iluminaba la habitación le daba una atmósfera deprimente, pero Johnny intentaba mantenerse positivo por las dos cosas más importantes de su vida: los estudios y Donghyuck.

Poco a poco sintió como el cansancio le ganaba y sintió la necesidad de dormir. Dejó ir la mano de Donghyuck y recogió sus cosas para poder ir a la cama. Pero, tan pronto como se puso de pie, Donghyuck sujetó con fuerza su camisa.

— No te vayas —susurró con voz ronca.

Tenía la garganta seca.

— No me iré, estaré aquí, en mi cama.

𝖳𝗁𝖾 𝖥𝗈𝗎𝗋 𝖶𝖺𝗅𝗅𝗌 𝖮𝖿 𝖮𝗎𝗋 𝖱𝗈𝗈𝗆 || JohnhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora